La historia de ETA en Aragón se resume en los dieciséis nombres de los niños y niñas, mujeres y hombres, asesinados por los terroristas: Ángel José, Manuel, Miriam, Esther, Silvia, José, Carmen, Rocío, Emilio, Dolores, José, Silvia, Ángel, Irene, José Ángel y Manuel.

La historia de ETA en Aragón es el dolor de las familias destrozadas, preguntas sin respuestas, indignación y rabia. Aragón ha sufrido con todos quienes han padecido, aquí y en cualquier lugar, las consecuencias del terrorismo y la ausencia de libertad.

Pero ETA, también, nos ha hecho más fuertes. Aragón ha sabido cultivar esperanza y paz, allí donde la barbarie quiso sembrar odio. Sobre la sangre de los inocentes, y sin más armas que la palabra, triunfó el respeto y la tolerancia, la convicción en las ideas y en la libertad, en los valores personificados en un símbolo, el de nuestro querido Manuel Giménez Abad.

Aragón decidió vivir. Y vive, con el recuerdo emocionado hacia los ausentes, en este 21 de octubre de 2011. Con los ecos de un comunicado terrorista de lenguaje inaceptable, de unos verdugos que pretenden disfrazarse de víctimas, los aragoneses mostramos un agradecimiento infinito a las fuerzas y cuerpos de seguridad, y proclamamos el leal orgullo de comprobar que, al final, la democracia siempre gana.

El final de ETA es el triunfo de la unidad de los demócratas. Es la victoria del pueblo. El bien ha derrotado al mal, sin atajos ni ambigüedades. Toca ahora afrontar la enorme responsabilidad de gestionar con cautela el triunfo de la paz. La democracia siempre sabe ser generosa, incluso con quienes nunca lo merecieron, pero no a cualquier precio.

Seremos firmes e intransigentes al exigir la reparación de las víctimas, la disolución de la banda terrorista sin eufemismos, contraprestaciones ni medias tintas, la entrega de las armas, la petición de un perdón imperdonable y el saldo de todas las deudas con la justicia que impera en nuestro estado de derecho. Con toda la emoción, con todo el recuerdo, con toda la ilusión y con toda la prudencia, podemos decir que hoy es un gran día para la esperanza.

Vicepresidente del Partido Aragonés (PAR) y portavoz en las Cortes de Aragón