Hacía tiempo que no me encontraba con César Antonio Molina y, minutos antes de entrar al Premio Primavera coincidí con él en la Casa del Lector, en el Matadero de Madrid, reconvertido en multicultural continente.

Después de su etapa ministerial, Molina ha vuelto a sus labores de alta gerencia cultural, que con tanta competencia desarrolló en su etapa Círculo. A vuela pie me da tiempo a ver a la exposición que el editor Jesús Egido ha montado sobre Drácula, con grandes afiches de Cristopher Lee y Bela Lugosi y las pequeñas joyas bibliográficas utilizadas por Bram Stoker en su proceso de creación del vampiro.

Pasamos al Primavera, donde Ramón Pernas, director de Ámbito (El Corte Inglés) ejerce como anfitrión de un galardón literario cuya continuidad incrementa año a año su prestigio como uno de los más importantes de las letras españolas.

En su presentación, la editora de Espasa, Ana Rosa Semprún, nos recordó que los best-sellers lo son en función al tema, el autor y un no sé qué, que hace el libro especial, único.

En la presente edición, esas características han confluido en Use Lahoz y en su novela El año en que me enamoré de todas. Una comedia romántica cuajada con sentido del humor y el talento narrativo que Lahoz ya había venido demostrando en anteriores entregas. Un premio al talento, a la imaginación, concedido por un jurado presidido por la siempre joven Ana María Matute y que celebramos, en un cóctel multitudinario, con Miryam Galaz, Belén Bermejo, David Cebrián, Sergio García y el resto del equipo editorial.

A la fiesta asistieron dos escritores muy distintos entre sí, Alfonso Mateo--Sagasta y Antonio Garrido, pero que tienen algo, otro reconocimiento, en común: el Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza. Mateo--Sagasta lo ganó en su primera edición con Ladrones de tinta y Garrido lo mereció el año pasado con El lector de cadáveres. Ambas novelas, con el nombre de Zaragoza en la portada, se han traducido a una docena de lenguas, con la difusión que eso supone. El lector de cadáveres se presenta este mismo mes en Estados Unidos, y tiene amplias posibilidades de ser trasladada al cine.

Pero fue la noche de Use Lahoz y de una novela que habla de amor y de humor, esos no sé qué de la vida.