La segunda fase de la línea 1 del tranvía de Zaragoza recibió ayer su bautismo oficial, con unas 300 personas que llenaron los dos convoyes que realizaron el nuevo recorrido. Además del alcalde y de los representantes de los distintos grupos políticos en el municipio no se detectó mucha abundancia de personalidades. Todos, de cualquier forma, recibieron una tarjeta conmemorativa que debían validar al hacer uso de ese trayecto inaugural.