Aragón registró el pasado año el mayor superávit comercial de su serie histórica. Superávit se asume como dato positivo de la balanza comercial, se vende más que se compra, se ingresa más que se gasta. Pero las cifras a veces enmascaran. En el ejercicio, las exportaciones han caído un 7% y solo el hundimiento de las importaciones en un 20% permite mantener la ilusión positiva. En la venta al exterior está la pujanza, pero la reducción de compras externas evidencia la caída de un consumo que no solo es de las familias, también empresarial. La diversificación sí que es destacable.