El Gobierno de Aragón que preside Luisa Fernanda Rudi quiere difuminar el legado del escultor aragonés universal Pablo Serrano en beneficio de la colección de arte de Pilar Citoler, Circa XX., a pesar de uqe numerosos expertos en arte han cuestionado su dimensión y su alta tasación (9,8 millones de euros). El empeño personal de la presidenta, que incluso contaría con el desacuerdo de la consejera de Cultura, Dolores Serrat (se mantiene al margen de la negociación, que lleva directamente el director de Patrimonio Cultural, Javier Callizo) va a suponer un desembolso de, al menos, 1,5 millones de euros e incluso la transformación, hasta de nombre, del Museo Pablo Serrano, que donó su obra a Aragón. Destinar tanto dinero en plena crisis y con tantos recortes a este capricho cultural es todo un atrevimiento que Aragón no debe admitir.