El Gobierno del Partido Popular no nos sitúa ante una reforma para la sostenibilidad del sistema público de pensiones, sino ante una nueva metida de mano en el bolsillo de los más débiles, para financiar a los más poderosos.

Nadie con sentido común puede negar la necesidad de reformas en los sistemas de protección para adecuarlos a las nuevas realidades económicas y sociales. El sistema público de pensiones, que se financia a través las cotizaciones de las personas trabajadoras, es un elemento fundamental de seguridad y pervivencia, tanto para los actuales pensionistas como para los que aspiramos a una pensión razonable, acorde con el esfuerzo de cotización realizado a lo largo de nuestra vida laboral. Con el empobrecimiento creciente y las tremendas tasas de desempleo, las pensiones se han convertido en principal fuente de ingreso en muchas familias.

Desde CCOO, siempre hemos mantenido un compromiso inequívoco con el sistema público de pensiones. Hemos apostado por un sistema sostenible y a salvo de vaivenes de ciclos políticos. Es necesario que las cuentas estén equilibradas, se tenga en cuenta las previsiones de gastos, pensiones a pagar en el momento y en el futuro. Pero con capacidad de prever los ingresos, garantizar la financiación del sistema, estimulando y garantizando la contributividad y su proyección a los años venideros. Poner en cuestión las pensiones del futuro desincentiva y disminuye las cotizaciones del presente, estimula la economía sumergida y aumenta los problemas de forma inmediata.

Es el compromiso, no solo con nuestra clase, la trabajadora, sino también con el conjunto de la sociedad, el que nos ha llevado a suscribir acuerdos con gobiernos de distinto signo. El objetivo bien claro, mejorar las pensiones más escuálidas, mantener e incrementar el poder adquisitivo de pensionistas, así como mantener el sistema lo suficientemente sólido como para garantizar su pervivencia .

El último acuerdo, envuelto en una enorme polémica y con difícil digestión interna y externa, lo suscribimos en Febrero de 2011 con el Gobierno socialista de Zapatero, en un Acuerdo Social que contenía además otras materias. El Partido Popular utilizó este acuerdo como munición, en su paso por el Parlamento, enmendándolo profusamente, de forma claramente oportunista, a juzgar por su actual acción de Gobierno y ante la evidencia de una próxima cita electoral.

Ahora el Gobierno del Sr. Rajoy se descuelga con una serie de propuestas que de llevarse a cabo, pueden suponer una pérdida de entre el 15 y el 28% del poder adquisitivo de las pensiones durante los próximos 15 años. Se propone reducir pensiones actuales y futuras, sin poner encima de la mesa ni una sola medida que pueda mejorar el capítulo de ingresos.

CCOO hemos manifestado nuestro profundo desacuerdo con esta nueva agresión. Y hacemos propuestas que entendemos son muy razonables para afrontar de forma más justa y razonable las exigencias del sistema de pensiones. Proponemos un esfuerzo compartido entre trabajadores con empleo, empresas y estado, asumiendo un incremento coyuntural de las cotizaciones.

Por otra parte, y con fórmulas de aplicación progresiva, se puede ir incrementando la base máxima de cotización, desconectar del sistema los gastos que se le imputan de forma anómala, tales como los del personal de administración de Seguridad Social, o los que son fruto de decisiones políticas tales como los programas de reducciones de cotización empresarial a la Seguridad Social. Avanzar en la convergencia de la base media de cotización del RETA con el Régimen General, reforzaría los ingresos.

Hay que actuar en medidas de carácter estructural. Apostar por la reactivación económica y generación de empleo. Perseguir el fraude asociado a la economía sumergida. Los Presupuestos Generales del Estado deben ir asumiendo de forma paulatina la financiación del la parte asistencial, de las prestaciones de muerte y supervivencia. Es imprescindible una reforma fiscal que amplíe, con cargas equitativas, la capacidad de actuación en el conjunto de sistemas de protección social y servicios públicos.

Rajoy y su Gobierno deben cambiar su actual lógica de saqueo. No es lo mismo hablar de los problemas de las pensiones y acordar medidas para solucionarlos, que aprovecharlos para profundizar en las medidas antisociales. Si se sigue así, la sociedad seguirá movilizada y el movimiento sindical estará ahí.

Secretario general CCOO Aragón