Vuelve la Champions y, con sus eliminatorias, la figura de José Mourinho, entrenador del Real Madrid durante las últimas temporadas, y actualmente en el banquillo del Chelsea.

El controvertido entrenador es también noticia por la reciente aparición de un libro que ahonda en su figura: Prepárense para perder (Ediciones B) del que es autor el periodista deportivo Diego Torres

En sus páginas, muy bien escritas, por cierto, se va combinando un retrato psicológico, o psicopático, de Mourinho, con los principales hechos de su singladura española, merengue, tanto en sus aspectos más conocidos, a modo de crónica, como incluyendo otros muchos episodios absolutamente desconocidos por el gran público.

Comportamientos, salidas de tono, excentricidades, gestos de Mourinho a los que, yo al menos, accedo por primera vez, y que contribuyen a esclarecer los múltiples claroscuros, enigmas y contradicciones de este explosivo personaje. Aquella vez que estuvo, por ejemplo, a punto de quedarse sin aire, o sin vida, cuando un directivo del Levante lo cogió del cuello en el túnel de vestuarios y lo sostuvo en vilo hasta casi asfixiarlo; o cuando, en pleno entrenamiento, se alejaba de los jugadores madridistas caminando solo hacia la otra punta del campo, se quitaba la camiseta y se tumbaba sobre la hierba para tomar el sol "porque estaba perdiendo el moreno".

Torres, autor del ensayo, analiza con detalle las razones y estrategias del desembarco de Mou en España, en el Bernabéu, tras un primer intento de ir al Barcelona. Repasa su ya clásica pugna con Pep Guardiola, su lucha interna contra Jorge Valdano, sus relaciones con Florentino Pérez, con el resto de la junta madridista y con los jugadores, así como sus decisiones tácticas y deportivas y el conjunto de sus resultados al frente de la Casa Blanca.

E indaga, asimismo, en los motivos y tácticas de su marcha del fútbol español, con destino, nuevamente, a Inglaterra. Pero no era al Chelsea, al parecer, donde quería dirigirse, sino al banquillo del Manchester United, como sucesor de Alex Ferguson. Éste, sin embargo, ignoró la candidatura de Mou, causándole una crisis de ansiedad...

No les adelanto más. Sí que Prepárense para perder tiene enjundia. Mucha.