Me entero en lo de Gemma Nierga que se entregan los premios Ondas a la radio y la televisión. Y escucho a Luis del Olmo, que el hombre ya tiene ocho estatuillas acumuladas. Dice que no se retira hasta que logre la novena, una por cada nieto que tiene. Bonito, ay.

Yo pensaba entregar también mis Ondas. El Ondas Chiquito de la Calzada va sin ningún género de dudas a Joseph Blatter, que ha copado los informativos con una parodia del genial humorista andaluz. Todo sucedió en un instituto estudiantil: al parecer al hombre le ofrecieron té pero le metieron el cambiazo por otro líquido escocés...

El Ondas Mortadelo y Filemón iría al gobierno español por su operación Espía. La cosa es muy seria pero aquí la han untado de choteo. Rajoy debería ensayar mejor sus enfados. Los espías americanos estaban encantados con los bocadillos y las juergas que les invitaban sus colegas españoles. Ondas al Arte para doña Cristina por contratar a un mimo y pagarle ¡8.000 euros! Al arte del tocomocho. ¿Qué mimo sería ese, Benny Hill? Ondas a la Jeta Mundial: a la empresa telefónica que atiende el teléfono contra la violencia machista, ¡despide a empleadas embarazadas!

El Ondas al Cinismo es para Cospedal, cómo no: acusa a los que no fuimos a la mani contra la doctrina Parot, pero la guapa de ella se había largado a una boda. Y Ondas a la cobardía: al ministro de Industria, por no acudir al sepelio de los mineros leoneses. Hay que estar a las duras y a las duras.