El estrepitoso incumplimiento del objetivo de déficit, junto con la penosa gestión posterior de ese mal dato, han dejado herido de muerte al Gobierno de Luisa Fernanda Rudi. No basta con cesar al consejero de Hacienda, que ya se lo veía venir y, por eso mismo, pidió comparecer hace dos días en las Cortes para entonar el canto del cisne y lanzar una última y cerrada defensa de su gestión al frente del departamento. No basta con cesar a la directora general de Presupuestos y a dos altos cargos de Sanidad. En definitiva, no basta con sustituir a algunos responsables políticos, lo urgente e imprescindible es cambiar las políticas, abandonar de una vez por todas la austeridad y los recortes y empezar a pensar en las personas y su bienestar.

La culpa de este desastre es colectiva de todo el Gobierno y, en consecuencia, de la propia presidenta de Aragón como responsable máxima del mismo. Y por eso a Rudi solo le queda una salida digna: su dimisión y la convocatoria inmediata de elecciones anticipadas. Cualquier otra opción no son más que apaños que no arreglarán nada y solo seguirán agravando el destrozo de los servicios públicos. Pero Rudi ha demostrado que, a pesar de su clamoroso fracaso, solo es capaz de asumir responsabilidades políticas en tercera persona.

El pasado jueves 27 de marzo, la presidenta solicitó comparecer en las Cortes (no lo hacía desde octubre) para explicar los motivos por los que discrepaba de los cálculos y criterios del Ministerio de Hacienda, que incluía a Aragón entre las seis comunidades autónomas que cerraron 2013 por encima de sus objetivos de déficit. Según Montoro, Aragón había alcanzado los 666 millones de euros de déficit (el 2,06% del PIB aragonés), cifra que superaba con creces el límite fijado en el 1,3% (421 millones). Rudi anunció ese día a bombo y platillo que estaba dispuesta a hacer valer sus cuentas contra el ministerio, llevándolo incluso al contencioso. Pero solo buscaba ponerse la venda antes de que el lunes de esta semana Montoro le infligiera oficialmente esa herida de 245 millones de exceso.

¡Qué mal trago tener que oír de uno de los suyos que es una "incumplidora"! Es un severo varapalo para Rudi, que ha basado la filosofía y la práctica de todo su mandato en la supuesta eficiencia, la consolidación fiscal y el control del déficit. Como era de esperar, Rudi se ha ido desinflando y, al final, en lugar de iniciar la rebelión contra Montoro, ha arriado velas, con toda seguridad tras ser llamada a capítulo desde Madrid.

Con el cese del exconsejero Saz se demuestra, además, que Rudi nos ha mentido, porque es evidente que el incumplimiento del déficit no se debe a meras discrepancias técnicas con el ministerio, sino a la mala gestión de su gobierno, incapaz de cumplir sus propias leyes de estabilidad presupuestaria, emanadas de la reforma de la Constitución que PSOE y PP pactaron en el verano de 2011.

Es la gran mentira de Rudi del "más con menos". Lo único cierto es que con menos recursos públicos no se hace más, sino todo lo contrario, y desde luego no se hace siempre mejor. Con menos, lo único que se generan son recortes constantes en aras de un ahorro que tampoco es tal, porque el dinero que no se invierte en servicios públicos se destina a cubrir la deuda, ¡va a los bancos!

A un año de las elecciones, la presidenta debería ser consciente de que no le queda margen para seguir pidiendo sacrificios, vistos los resultados de los que ha exigido en estos tres años. ¿Para qué tanto recorte y tanta austeridad si al final su principal objetivo, cumplir el déficit, tampoco lo ha conseguido?

Pero las perspectivas no son nada halagüeñas, y la primera prueba de que el recorte va a seguir siendo su única senda ha sido el nombramiento de Ángel Sanz como nuevo director gerente del Servicio Aragonés de Salud. En idéntico cargo, ya dejó muy tocada la sanidad pública en Navarra y, como ha hecho aquí el consejero Oliván, consiguió ponerse a todo el mundo en su contra.

Como siempre, nos tocará pagar los platos rotos a toda la ciudadanía aragonesa. El Ministerio de Hacienda ejercerá la tutela del Gobierno de Aragón por medio de un Plan Económico-Financiero de Reequilibrio, que solo nos traerá más y más deterioro de los servicios públicos. A Rudi se le acabó el cuento. Empieza la cuenta atrás.

Presidente de Chunta Aragonesista