La Policía alertó ayer de la propagación de bulos constantes y cada vez más sofisticados en torno al caso de ébola detectado esta semana en Madrid, con decenas de informaciones falsas amplificadas por las redes sociales. Estos bulos llegaron también a Zaragoza, donde la noche del miércoles se extendió la sospecha de que cinco aragoneses habían estado en contacto con la enferma. La propia presidenta negó ayer este extremo en Huesca. No es momento de alarmismos, sino de prevención, de rigor y de transparencia. Sin Ana Mato al frente del ministerio sería más sencillo lograrlo.