En apenas 24 horas desde que se pusieron a la venta, se agotó la mayoría de reservas de las sillas para ver la Cabalgata de Reyes en Zaragoza. Ayer quedaban sobre todo las destinadas a personas mayores o con discapacidad. La iniciativa, vista la respuesta del público, puede considerarse un éxito en su primera edición. Otras ciudades ya lo habían implantado, aunque con precios muy superiores. Y es que la decisión en Zaragoza está pensada para promover la comodidad de los espectadores, no para cubrir los gastos que genera.