Estamos celebrando 25 años de Aragón en las páginas de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, medio que llegó para quedarse, con vocación de futuro y progreso y que desde ahora mismo ya piensa en los 25 venideros. Si es importante echar la vista hacia atrás, no lo es menos hacerlo hacia el futuro, tiempos venideros repletos de inquietudes, zozobras y profundos cambios en todos los ámbitos.

El reto está ahí y aunque el ámbito periodístico se mueve en un piélago de tribulaciones --las mismas del resto de la sociedad, la política y la economía--, debemos ser optimistas y capaces de poner en marcha ideas e instrumentos susceptibles de contribuir a la construcción de una sociedad que genere mayores y mejores cuotas de felicidad para la ciudadanía. En una época en la que la política (de la mano de una clase política que la está convirtiendo en una mentira permanente) requiere de una fuerte complementariedad por parte de otros instrumentos para paliar sus desatinos, los medios de comunicación --más allá de las amenazadoras tinieblas-- son uno de los más importantes.

Sometida a los dictados de la revolución digital, la prensa escrita se avera más imprescindible que nunca como ámbito donde se refleje el pulso social, convirtiéndose en ágora para la reflexión y el análisis, al mismo tiempo que espejo donde confluyan las tensiones generadas desde la plural realidad . Pero esa revolución auspiciada por la computarización y la inteligencia artificial (ya andan por ahí, amenazantes, los robots) no es gratuita. El peligro es real tanto en lo laboral --la computerización del mercado laboral podría suponer la pérdida de un 53,3% de empleos-- como en el de los contenidos --esos programas que redactarán automáticamente las noticias a partir de datos introducidos por empresas, troust políticos y tutti cuanti--, todo ello en el marco de nuevas empresas y actividades basadas en lo digital y la automatización.

POR ELLO REITERO QUE es preciso impulsar con fuerza una prensa escrita que analice, debata y posibilite tanto resistencias a los seguros desmanes que se producirán como palancas de empuje que contribuyan a resolver los nuevos retos. La prensa escrita debería ser el instrumento que afiance la primacía de "lo humano" sobre las máquinas y sus manipuladores, en paralelo con un sistema educativo que también va a experimentar grandes cambios (no precisamente los que los sabios de estos pagos entienden como tales), y si no ahí tienen la propuesta de crear un título de FP para ser "banderillero" y que como contenidos tendría realizar las suertes del toreo, la historia de la lidia o como preparar a los sementales para la cubrición --las vacas, ya se ve, no cuentan, ¡oh, el machismo hasta en el mundo animal!--.

El gran reto de los medios escritos deberá volcarse --entre muchos otros-- en establecer, defender y mantener los alcances y límites de lo humano, en ser un espacio para la razón y las ansias felicidad y bienestar de las gentes.

Época de crisis sí. Y de un futuro complejo. Pero ahí estamos. En Aragón ahora mismo. Los retos del mañana, problemáticos sin duda, deberían llevar al PERIÓDICO DE ARAGÓN a insistir en la puesta en valor de nuevas identidades que rompan el yugo del provincianismo interesado y entronquen con el universalismo ( rasgo aragonés no suficientemente avalado, aunque todos se llenen la boca con los Servet, Goya, Cajal, Buñuel, etc.). ¿Por qué no añadir al discurso del agua el de las nuevas tecnologías y la investigación, aprovechando más las sinergias de GM o las de un territorio que además de tierra de turismo podría muy bien serlo de una industria aeroespacial formando un potente eje con Toulouse? Y claro, todo ello con una idea nítida para vertebrar el territorio. Eje Mediterráneo, sí, pero la Travesía Central por supuesto. En el actual contexto y lo por venir, Aragón tendría que potenciar sus fronteras y comunicaciones con Europa, cuestión que igualmente interesaría al resto de Comunidades autónomas españolas. Aragón debe pensar su futuro en términos de universalismo, de una Universidad potente, de una investigación de primer rango y de ser puerta a Europa y resto del mundo. Lo demás no sobra, pero es insuficiente. Estoy seguro de que en este empeño EL PERIÓDICO DE ARAGÓN será avanzadilla.

Se avecinan grandes transformaciones generadas, como al comienzo apuntaba, por la revolución digital y la inteligencia artificial y sus consecuencias tendrán enorme importancia en el mercado laboral, en los nuevos empleos, en la conformación de las clases sociales, en la estructura social y territorial, en la economía y en la calidad de vida. El espacio para la información será compartido y complejo (¿también plural?). Y la prensa escrita ocupará la primera línea. Fue Cayo Tito quien acuñó la famosa frase latina verba volant scripta manet. Ciertamente, las palabras vuelan y lo escrito permanece. Dentro de 25 años, aunque el papel resulte leve soporte, volveremos a celebrar el compromiso del EL PERIÓDICO DE ARAGÓN con sus gentes.

*Profesor de universidad.

Colaborador de EL PERIÓDICO desde 1992