La presión en Europa por lograr que se impulse la conexión ferroviaria con Francia por Canfranc ha sido secular. De nuevo, ayer, en el marco del Consejo de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, el presidente aragonés, Javier Lambán, destacó la conjunción de intereses con Aquitania para crear un lobi en Bruselas y forzar las decisiones europeas en favor de la reapertura. Es de suponer que hay que seguir empujando para tener alguna opción, pero los cientos de millones necesarios se antojan como el principal handicap para el proyecto.