Opinión | Las radiografías de el Periódico

Apoyar a los testigos es clave

La clarificadora jornada de ayer en el juicio por la macrocausa de corrupción de La Muela tuvo un final descorazonador. Fernando Embarba, exconcejal del municipio, excuñado de la exalcaldesa Mariví Pinilla se derrumbaba ante los periodistas y manifestaba que no lo volvería a hacer. Que no le había traído más que sinsabores ser el testigo clave cuyas manifestaciones ante el juez, junto a las de la también exalcaldesa Marisol Aured, ayudarían a desenmarañar la alambicada trama presuntamente corrupta liderada por Pinilla. La figura del denunciante, o la del cooperador, tan necesarias para la higiene del sistema y tan poco protegidas y apoyadas. Ayer, un hombre arrepentido, que quiso reconciliarse consigo mismo y actuó por su conciencia y honor pese a los riesgos de perjudicarse, se vino abajo, y con él un poco todos.

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