Opinión | Políticamente incorrecta

La burbuja dental

Composites de mala calidad comprados en China, protésicos que ejercen como odontólogos, publicidad y presupuestos engañosos conforman buena parte del aluvión de denuncias contra muchas de las mil clínicas-franquicia dentales de España pertenecientes a 19 cadenas, lo nunca visto en Europa. Muchas no son las mil, pero sí las suficientes para que las autoridades se tomen en serio la burbuja dental que ha empezado a reventar, gracias a que el control fiscal se ha impuesto al profesional. La crisis y la falta de prestación odontológica en la sanidad pública ha disparado el auge de las clínicas franquiciadas, que cobran por adelantado servicios aún no prestados. "Democratización de la odontología" llaman a esta irregularidad, que involucra a los pacientes en créditos que deberán seguir pagando aunque el resultado no sea el comprometido. "Democratización de la odontología" reza la publicidad que ofrece implantes a 250 euros cuando el resultado final es de 1.500: no engañan porque no hay implante sin corona y la corona cuesta el resto. Las asociaciones de consumidores y muchos profesionales claman por volver a los tiempos en los que la factura del dentista desgravaba. Pero Hacienda, en su afán por atornillar al contribuyente, se pasó de lista y convirtió las consultas en depósitos de dinero negro y propició unos negocios franquiciados que no siempre son trigo limpio. ¿Qué tal si los negociadores políticos incluyen la salud bucodental en la sanidad pública, aunque sea mediante copago?Periodista

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