Opinión | Inteligencia emocional

"Lo tengo todo, papi..."

"Lo tengo todo, papi. Tengo fly, tengo party, tengo pura sabrosura...". Nunca pensé oír esa pegadiza cancioncita del anuncio de Tuenti en boca del autoproclamado vicepresidente del Estado español. No le pega nada a Iglesias. Pero, la desesperación y las ganas de comerse un rosco pueden hacer que uno se salga del tiesto. Pasar de no sentarse a negociar con el PSOE si contactaba con C's, a pedir una cita íntima a Sánchez para concretar los términos de su contrato prematrimonial al estilo Jenniffer López con su entonces novio Ben Affleck, esto es, para exigirle hasta cuatro encuentros sexuales a la semana. Uy, pero no, Iglesias se conforma con una cita romántica para conseguir que su chico escuche su propuesta de gobierno, de tú a tú, sin carabinas. Y para convencerle, no tiene otra ocurrencia que mandarle un mensajito público de que debe mostrar algo más de "cortesía" y "bajar el tono" porque "la prepotencia y la arrogancia son malas para la política". Uff, menudas las gasta el muchachito. No comprende cómo su atractivo programa, ese en el que la vicepresidencia que ocuparía aglutinaría las áreas claves de gobierno (entre otras: el CIS, el CNI, el BOE, la relación con las Cortes y la comunicación). No sabe nada el querubín. Objetivo: tener bajo su control a los policías, los fiscales, los jueces, los órganos fiscalizadores de la Administración y la comunicación. ¿Emulando a viejos conocidos de la Europa que en vez de coletita llevaban bigotito? Para rato me fiaría yo del enfant terrible. Periodista y profesora de universidad

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