Aragón ha perdido casi un 20% de población inmigrante desde que comenzó la crisis económica. En la actualidad hay unos 140.000 extranjeros, según un estudio de UGT, sindicato que reclama restituir los derechos arrebatados a este colectivo para que no abandonen un territorio muy necesitado de población. El estudio también recoge y destaca el hecho de que muchos inmigrantes se han instalado en el medio rural, algo particular de la comunidad al ofertar empleos agrícolas, lo que contribuye a mantener vivos los pueblos.