Opinión | Las radiografías de el Periódico

Negociación e incidente

A la tensión habitual y acumulada tras cien días de huelga entre las partes negociadoras del conflicto de los autobuses urbanos en Zaragoza, se sumó ayer un incidente entre el director de recursos humanos de la empresa y un conductor al que empujó y que tuvo que ser trasladado al hospital por una fuerte contusión en las costillas. La tensión no justifica de ningún modo la actitud agresora del directivo, cuyo inaceptable comportamiento antes de entrar en el SAMA deberá ser sancionado por la propia empresa, que ayer mismo ya lo apartó de las negociaciones. Solo faltaría. Por supuesto, un responsable empresarial incapaz de controlar los impulsos que exhibió ayer da idea de cómo se han podido llevar los encuentros en la búsqueda de una solución negociada a un conflicto de evolución incomprensible.

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