Mientras este verano se ha detectado el auge en Aragón del intercambio de viviendas con fines turísticos, con 800 hogares inscritos en las páginas que lo facilitan, algunos responsables de hostelería de la comunidad ya comienzan a pedir que se regule este tipo de turismo colaborativo. Hay que considerar que no son pisos turísticos, sino de intercambio, una modalidad que se debe diferenciar claramente, ya que es una cesión gratuita de una propiedad.