Es incomprensible y desconozco las causas que llevan a nuestros gobiernos a dejar a la provincia de Teruel sin servicios básicos y sin inversiones públicas. Me niego a relacionar esta falta de inversiones al problema que llevamos estudiando, padeciendo y analizando como es la despoblación.

Todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos y obligaciones independientemente de donde residamos (artículo 139 de la Constitución Española) pero obviamente no se cumple en gran parte de nuestra provincia.

Quiero reivindicar como provincia de interior algo alcanzable, fundamental y básico como son las inversiones en centros de salud, colegios, carreteras, cuarteles de Guardia civil, hospitales o ambulancias.

Cualquiera de estas reivindicaciones tienen como denominador común la provincia de Teruel, cualquiera de estas peticiones llevan años de espera en despachos, de eternos debates y pocas veces de final feliz. Todas estas infraestructuras son demandas por una población harta de promesas electorales, escéptica ante informes económicos, medioambientales, técnicos o informes geológicos con tal de no construir un hospital, una carretera o un cuartel.

No es una queja de un turolense con la autoestima por el suelo o la de un aragonés cabreado, que piensa que somos la autonomía peor tratada de España, es una realidad que cualquier vecino de Cantavieja, Monreal del Campo, Monroyo, Bronchales o Andorra puede certificar, porque cualquier comarca de esta provincia tiene carencias básicas graves en su territorio.

El problema es grave y ya está aquí, la solución es la de invertir en la provincia. Mientras esperamos que haya algún día un gobierno que sea justo con Teruel, hay medidas de choque que pueden y deben aplicarse con urgencia ante la falta de servicios.

Una medida efectiva y que puede aplicarse es la de bonificaciones en el IRPF para los residentes en el medio rural, lo que entendemos por una reducción de impuestos, no tendremos los mismos servicios públicos pero tampoco deberíamos pagar los mismos impuestos que en el medio urbano. Otra de las medidas demandadas por agentes sociales y que sería efectiva desde el primer día, son las deducciones especiales en impuestos de actividades profesionales y empresariales, con ello conseguiríamos atraer empleo y que la España rural tuviera alguna posibilidad frente a la urbana.

Soluciones existen, hay que tener voluntad para aplicarlas y pasar de la teoría a la práctica.

*Alcalde de Utrillas, miembro de Compromiso con Aragón