Representantes de Podemos en Cantabria, Aragón y Asturias nos reunimos hace unos días en Carbayín -una zona minera asturiana que sufrió los efectos de una transición energética injusta- para articular propuestas encaminadas a revertir la situación de declive demográfico que viven nuestros tres territorios, propuestas para mejorar la calidad de vida en nuestros pueblos que pasan por la creación y dotación de planes de empleo de calidad, un turismo sostenible y desestacionalizado, formación en el territorio, una Política Agrícola Común (PAC) justa, servicios públicos de calidad, permisos de maternidad y paternidad iguales, intransferibles y remunerados, un modelo energético que tenga en cuenta al mundo rural, una reforma del sistema de financiación que salvaguarde la igualdad de condiciones y la participación directa de la ciudadanía para gestionar los dineros públicos y para acabar con las redes clientelares partidistas. Todo ello, con el objetivo de que sea posible vivir con la misma dignidad, derechos y oportunidades en Madrid, Zaragoza, Cabuérniga, Cuideiru o Aladrén.

La despoblación y la crisis demográfica no es un fenómeno meteorológico como el agua de lluvia. Es consecuencia de políticas equivocadas e impuestas por intereses particulares, alejadas del sentido común y del interés general. Los recursos de las administraciones autonómicas deben ser un activo que impulse la fijación de población. Llevamos décadas viendo cómo la llegada de fondos públicos millonarios (autonómicos, estatales y europeos) para el desarrollo de nuestros territorios no tiene la repercusión esperada. Decisiones políticas como el desmantelamiento de la red ferroviaria de cercanías, la construcción de polígonos vacíos o sin accesos ni servicios, los recortes en sanidad y escuelas rurales, la precariedad laboral o las políticas clientelares acarrean consecuencias que que sufrimos hoy.

No basta con mantener lo que hay, con conformarse con lo que hay, ni con actuaciones paliativas; deben cambiar las políticas para construir futuro. Los gobiernos de Asturies, Cantabria y Aragón, liderados por viejos partidos, siguen publicitando planes demográficos continuistas y poco ambiciosos, por lo que propondremos una Estrategia para la Recuperación Demográfica en la que las administraciones autonómicas actúen como motor demográfico que facilite la vida en el territorio e impulse su recuperación. En este enfoque es fundamental apoyar a las mujeres del medio rural, facilitándoles su desarrollo profesional y vital.

Nuestra primera apuesta desde Podemos es por una gestión de los fondos públicos con transparencia, sostenibilidad y eficacia. Eso sólo lo conseguiremos con control democrático y participación directa de la ciudadanía. Otra de nuestras reivindicaciones es la mejora de un sistema de financiación autonómica injusto e infradotado, y trasladamos esta demanda al Gobierno de Pedro Sánchez para acabar con las políticas de maltrato y abandono a las que nos condenó el Gobierno de Mariano Rajoy.

Crear empleo de calidad y apoyar a autónomos y autónomas es imprescindible. Hay que ser capaces de ver la oportunidad del momento para crecer y ofrecer calidad en el empleo. La precariedad laboral se ceba en las mujeres, con mayor temporalidad y una brecha salarial inaceptable. Únicamente un 0,05% de las personas que se dedican a la actividad agraria son mujeres jóvenes menores de 25 años, la mitad que los hombres.

En educación y para frenar la sangría demográfica es fundamental la universalidad y gratuidad de la enseñanza de cero a tres años dentro de un sistema público de escuelas infantiles que integre al actual personal docente. Reivindicamos la educación universal desde el inicio hasta que la persona quiera dejar de estudiar. Por eso hay que favorecer también un descenso de las tasas universitarias, tendiendo hacia la gratuidad. La emancipación juvenil y el retorno de jóvenes es otro de los pilares sobre los que se debe construir el futuro del medio rural. Son necesarias medidas que aseguren que las personas jóvenes emprendan proyectos de vida en su territorio, lo que requiere poder emanciparse y conseguir un trabajo, y con la derogación de las reformas laborales se combatiría la precarización en el empleo. En materia de vivienda, se deben impulsar viviendas y residencias universitarias, fomentar la rehabilitación y el acceso a viviendas de alquiler en el medio rural y actuar sobre las viviendas vacías.

Otros servicios deben ser considerados, incluyendo el apoyo a las familias con la extensión del sistema de dependencia, en el sector público y con trabajadoras y trabajadores que perciban salarios justos (las cargas de la dependencia recaen en las mujeres y fomentar la igualdad implica que el sector de los cuidados sea público); apostar por el internet rural, con un plan de telecomunicaciones rurales que apoye la fijación de empresas en el territorio; recursos de deporte y ocio; el mantenimiento de los juzgados; el saneamiento de aguas, sin sobrecostes ni corrupción; adecuados servicios sociales o dotación de medios suficientes para garantizar la seguridad pública en el medio rural.

Podemos, como herramienta política del cambio, sigue buscando las mejores soluciones para afrontar los problemas que compartimos en nuestras tres comunidades, dañadas por el envejecimiento, la baja natalidad y el despoblamiento, en una crisis demográfica que va a más frente a la inacción o la inoperancia de los diferentes gobiernos. H *Secretario general de Podemos Aragón. Firman también Daniel Ripa, de Asturias y Rosana Alonso, de Cantabria