Opinión | La rueda

CARE Santos

Ya no basta con reciclar

Somos unos guarros. La especie más cochina del planeta. En solo unas pocas décadas lo hemos dejado todo perdido. Hemos arrojado tantas porquerías donde no debíamos que hemos creado islas de basura del tamaño de varios países juntos. Y seguimos haciéndolo. También hemos sido unos irresponsables y unos engreídos. Tirábamos la basura lejos, siempre a otros. Echábamos mierda al espacio sideral, donde no la veíamos. Cuando no vemos las cosas, no sufrimos por ellas. Encima, somos idiotas. Llenan los estómagos de los animales marinos, se enredan en las patas de las aves, matan a miles de seres vivos, poco a poco entran en la cadena alimenticia y causan estragos en un montón de especies, incluida la nuestra. Aunque a nosotros nos está bien empleado.

¿Recuerdan el estupor que sintieron la primera vez que separaron los plásticos de la basura general doméstica? Yo sí. No daba crédito a que todo aquel volumen de deshechos lo hubiéramos generado solamente nosotros. Aunque evitarlo no es fácil. Todo está, de un modo u otro, plastificado. Incluso lo que no debería: la fruta, la verdura, el pescado. Porexpan, celofán, tereflato, polietileno, polipropileno... distintos nombres para el mismo desastre. Reciclar ya no basta. Creo que ha llegado el momento de hacer algo más. ¿Qué tal empezar a ir al mercado con nuestros propios envases? Pasarnos a la bandeja reciclable de madera o de cartón o de lo que sea. ¿O es que una especie capaz de inventar la cirugía ocular, los viajes espaciales y la Quinta sinfonía no será capaz de mantener limpio el suelo que pisa? H *Escritora

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