En el español actual la palabra idiota significa «corto de entendimiento» y «carente de inteligencia», o sea, lo que se conoce popularmente como tonto. Pero este término deriva de la raíz griega idios, que hace referencia a lo privado y a lo propio. Así, en el sentido etimológico del término en la antigua lengua de los helenos, un idiota era alguien que solo se preocupaba de lo privado, es decir, de lo suyo, y que ignoraba o despreciaba todo lo público. Vamos, lo que suele ser un egoísta, vocablo también de origen griego, por cierto.

Pues bien, viajando en autobús y en tren o caminando por la calle es frecuente encontrarse con bastantes idiotas, al modo griego. Se les suele identificar porque ponen los pies, a veces dentro de sus zapatos pero en ocasiones incluso fuera de ellos, encima del asiento de al lado o de enfrente, dejando así una patente muestra de ser, además de idiotas, tanto en el sentido griego como en el español, unos perfectos guarros (obvio citar sinónimos de este vocablo porque suenan muy desagradables).

Este tipo de idiotas, al modo griego, insisto, suele creer que lo público no es de nadie y que no cuesta dinero, y por eso hay algunos que, incluso teniendo ceniceros y papeleras cerca, tiran los desperdicios y las colillas al suelo, en un ejercicio asombroso de ensuciar a propósito los espacios públicos y luego tener que pagar para que alguien los limpie.

Lo suyo

Los idiotas a lo griego también se comportan así en aspectos mucho más trascendentes de la vida. Se los reconoce porque consideran los bienes comunes como si no fueran con ellos, como si la Política, así con mayúscula, se tratara de un asunto exclusivo de unos pocos, la llamada casta o clase política, que gobierna el país sin tener en cuenta los intereses de los ciudadanos.

Los idiotas a lo griego no entienden de solidaridad, ni les preocupa la defensa de los derechos civiles colectivos, ni la salvaguarda del bien común y sólo se movilizan cuando sienten perjudicados sus intereses personales privados.

A los idiotas a lo griego solo les importa lo suyo, ese es el principal rasgo de su idiosincrasia, y no entienden otro idioma que el que ellos hablan.

Incluso hay idiotas al modo griego en la actividad política; también suele ser fácil reconocerlos: son aquellos que anteponen su intereses particulares por delante del servicio público, son los que han decidido vivir de la política, los que carecen de ideología y de principios, los que ora se levantan socialdemócratas, ora liberales. Los idiotas.

*Escritor e historiador