No va a tener razón el gran escritor italiano. Todos los medios se relacionan e interfieren, por lo que conviene estar al tanto. Las cosas van a cambiar mucho en poco tiempo. Lo contaré (y algunas soluciones) recurriendo a mis experiencias de 35 años como navegador en las redes, con ejemplos, anécdotas, reflexiones, etc. Ojalá sean útiles.

Esta serie de breves comentarios sobre mi método de almacenamiento de enlaces culturales llega a su fin; confío en haber entretenido el ocio veraniego a algunas personas, haber quizá informado de asuntos y modo de abordarlos. El de Aragón, tema central para la mayoría de nosotros, se abre con cuanto sabemos de su población (ofrecí hace meses una serie sobre la despoblación) y del territorio, su economía: sector público, recursos (agua, energía, etc.), organizaciones empresariales y sindicatos, problemas mineros… Son interesantes los ránkings facilitados por Cámaras, Cepyme y Crea, etc.

La vida política está bien enfocada desde las páginas del Gobierno, Cortes, Justicia, diputaciones y ayuntamientos, nuestro Estatuto y su historia, y el abanico de partidos y sindicatos. Pueden bucearse mil cosas: ¿alguien ha caído en escanear y coleccionar, por ejemplo, las preciosas caricaturas de nuestro Postigo? Y su correspondencia en la cultura, emitida desde esas entidades y, especialmente, desde los tres muy activos institutos provinciales: Fernando el Católico (que ofrece docenas de libros y revistas de consulta), Altoragoneses y Turolenses, en menor pero interesante medida. Y sus delegaciones comarcales, tan veteranas o renovadas. No hace mucho dediqué en Andalán un estudio al Centro de Estudios Locales de Andorra y su comarca, realmente ejemplar, asombroso en sus muchas y espléndidas actividades.

Un apartado que me parece especialmente importante es el de nuestras lenguas (al que también dediqué una serie en este periódico), a la vez que creo debemos estar orgullosos de que un país pequeño en población tenga una gran cantidad de asociaciones culturales, deportivas, artísticas. Déjenme destacar al Rolde de Estudios Aragoneses, el Centro Pignatelli, las asociaciones de Escritores y de Amigos del Libro, Apudepa, las obras sociales de las viejas cajas de ahorro, el SIPA, Montañeros de Aragón, el Ateneo, la Iniciativa Social de Mediación, los colegios profesionales, y un largo etcétera. Y, ya va dicho, la honra que nos suponen, con todas sus escaseces y problemas, nuestra Universidad, algunas Academias, y otros centros o de investigación, muchos institutos y colegios. La mayoría, disponen de páginas web y gustan de ser visitados y conocidas sus actividades.

También, el turismo que ofrecemos, organizado este por provincias y comarcas, y aun municipios. Como suele con muchos temas, el servicio Pinterest permite coleccionar vistas de pueblos muy interesantes. Hay muchas páginas sobre casas rurales, hoteles con encanto, etc. Y ricas y útiles las páginas sbre el Pirineo, Teruel y Huesca, y especialmente Zaragoza, aunque a veces van algunas con retraso y hablan de un año anterior, despistadamente. Pero hay guías de paisajes y arte magníficas. Accedamos a las docenas sobre nuestro Patrimonio cultural, museos y galerías, vistas sobre Aljafería y La seo, la restaurada catedral de Tarazona o todo el caso Sijena y entorno. Además, es bueno tener a mano todo lo relativo a los viajes: ferrocarriles, aeropuertos, autobuses y tranvías, Correos y mensajerías, previsiones del tiempo. Con el último trole me despido de los pacientes lectores interesados: si se organizan sus accesos y enlaces a tantos miles de páginas sobre las Humanidades, les aseguro que ya nunca más se aburrirán ni un momento: o no tendrán excusa para decirlo. Gracias por su paciencia.