La semana pasada, Televisión Española, repuso en la 2, un capítulo sobre Don Severo Ochoa, interpretado por Imanol Arias y Ana Duato, que mas parecía, integrado en la casposa serie de Cuéntame lo que pasó, o de Médico de Familia, que una referencia documentada, objetiva y divulgativa de la vida y descubrimientos de uno de los mejores científicos que han nacido en España.

Me produjo bochorno, tristeza, indignación y puede que pesadillas.

Son Don Santiago Ramón y Cajal, y Don Severo Ochoa de Albornoz los dos únicos médicos, nacidos en España, que han obtenido el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. En 1906 y 1959 respectivamente.

Ramón y Cajal, padre de las neurociencias, descubrió, gracias a su inteligencia e intuición, ayudado por sus mejoras a la tinción argentica de plata, la estructura y funcionamiento del sistema nervioso de los vertebrados, incluida la especie humana, y que mas de un siglo después sigue vigente.

Con su teoría neuronal, se transformó el conocimiento sobre la estructura del cerebro, describió su funcionamiento y sentó las bases para los futuros avances de los mediadores y transmisores químicos, que con la microscopia electrónica y la bioquímica y biología molecular, posteriormente, confirman su gran capacidad de innovación. Sin él, la aportación de España a la Ciencia, hubiese sido nula.

Ello no obstante, las semillas y primeros frutos de su Escuela y del Instituto Cajal, fueron esquilmadas por el Franquismo, y sus mejores discípulos, depurados políticamente.

Tras ese páramo, llego Don Severo Ochoa, nacido en Asturias, y tras sus estudios de Medicina, en España, logró, con becas y ayudas de la Junta de Ampliación de Estudios, completar su formación en Alemania y Reino Unido, para iniciarse en la investigación bioquímica, hasta que tras su exilio de España por la Guerra Civil, y el comienzo de las acciones bélicas nazis, que dieron paso a la II Guerra Mundial, se trasladó a EEUU, donde desarrolló durante casi cincuenta años toda su labor investigadora, siendo reconocido como uno de los padres de la Biología Molecular.

En 1956 se nacionalizo americano, y con ella falleció el Maestro de Luarca.

Entre sus aportaciones mas significativas está el de la síntesis biológica de los ácidos ribonucleicos ARN y desoxirribonucleicos, ADN, claves para el descubrimiento del código genético de los seres vivos, y por el que le concedieron el Nobel en 1959. Su obra permitió afirmar que se había creado, vida, artificialmente, en el laboratorio.

En los últimos años de su vida, asumió la creación y dirección del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la Universidad Autónoma de Madrid, cuya labor continua, con mentes excepcionales, (unos de su escuela), y otros integrados en dicho centro, como el eminente científico, y bioquímico, Dr. Ginés Morata, con reconocimiento internacional en el campo de la Ingenieria Genética, y cuya vocación se ordenó, al escuchar a un gran maestro: «En las proteínas está la clave de la vida», a cuya tarea se ha consagrado con brillantez y logros.

Pues algo de todo esto, creo que es lo que un ente público, mal dirigido, gestionado y deficitario, como es nuestra televisión pública, podía haber hecho de manera amena, descriptiva y creadora de estímulos entre nuestros jóvenes. Pero Imanol y Ana Duato, no parecen muy expertos en ADN y biología molecular, como tampoco el guionista.

Empieza ya septiembre, y tras la parálisis tradicional de agosto, se reanuda la actividad, y casi hasta la vida.

Releyendo, mientras, y estivalmente a los clásicos, dos de los filósofos mas trascendentes de la Historia y Teorías del Conocimiento, fueron Platón y su discípulo Aristóteles, en los siglos V y IV a. de C.

Platón fue el padre del Racionalismo.Además de idealista. Hasta en Descartes se puede comprobar la influencia de su pensamiento. Y la creación del Método Científico.

Aristóteles, por el contrario, fue Empirista. Y tutor de Alejandro Magno. Conquistador y político.

Ambas líneas de pensamiento, Empirismo primero y Racionalismo después y ahora, han sido hilo conductor de los criterios terapéuticos en la Medicina Clínica.

Se atribuye a Aristóteles, en varias referencias biográficas, la observación de que «El hombre es un animal político», y eso que en su Empirismo de hace XXV siglos, (bajo esta anécdota), no conocía el panorama socio-político de España, en 2019, donde a pesar del bloqueo político y presupuestario, tenemos casi las mayores cifras en términos absolutos y desde luego en relativos, de políticos por millón de habitantes, de la UE.

Nuestro clima y pensamiento, ardiente y meridional, hace que dispongamos del mayor numero de personas con vocación política, porcentualmente de Occidente, con el objetivo y tarea de mejorar nuestra sociedad, el bienestar y posibilidades de la ciudadanía y el progreso. La justificación última del político en democracia.

Esta profusión de profesionales de la política, sus costes económicos, los solapamientos entre administraciones locales, comarcales, provinciales, autonómicas, nacionales y europeas, y la dura realidad del bloqueo político actual, Gobierno crónico en funciones, y presupuestos prorrogados durante tres años, recurso del Decreto Ley como herramienta legislativa tristemente están dando una muestra de ineficacia e ineficiencia, que esta cansando a la sociedad civil española.

En un mundo convulso además, China-USA, Brexit-UE, Mercosur, riesgo de depresión o recesión económica, Incendios en la Amazonia, drama e insolidaridad de la inmigración y los refugiados, calentamiento del planeta, hambrunas, etc, donde cada día quedan menos huecos para el idealismo de la condición humana, que nos transmitía Platón.

Pero siempre debemos dejar una ventana abierta a la esperanza... Y a la ilusión en el hombre, los valores y sus capacidades. Por no llorar o deprimirnos.

*Catedrático de Urología de la Universidad de Zaragoza. (Jubilado).