Despoblación, envejecimmiento o dispersión de los habitantes del medio rural de Aragón y de Castilla-La Mancha son realidades que comparten ambas comunidades. Argumentos muy sólidos para reclamar, como han hecho sus presidentes --Lambán y García-Page-- un nuevo modelo de financiación que asegure la prestación de servicios públicos en igualdad de condiciones en las zonas despobladas. Todos están de acuerdo pero no hay gobierno que tome cartas en el asunto.