Dice un estudio de Línea Directa que los accidentes urbanos en Aragón han crecido un 33% desde el 2014. Zaragoza, pese a la presencia del tranvía y el aumento de motos, bicis y patinetes, mantiene un perfil bajo dentro del ránking nacional. Sin embargo, muchos de los siniestros se evitarían si se respetara lo más elemental. El uso del intermitente para señalizar es casi residual y el control de las señales horizontales, mínimo. Alguna campaña de la Policía Local no estaría mal.