Las Pequeñas y Medianas Empresas, representan el 65% del empleo de nuestro país, la gran mayoría son empresas familiares y con vocación de arraigo al territorio, durante esta crisis de la Covid-19, han pasado y están pasando por momentos difíciles, pero tienen una capacidad enorme de superación y de resiliencia.

Las pymes son un ejemplo para la sociedad, generan una visión muy amplia del mundo empresarial, han superado muchas situaciones, como los relevos familiares o la internacionalización, pero ahora, deben afrontar nuevos liderazgos, porque si algo hay que destacar de las pymes es que siempre han estado fuera de la zona de confort, por eso hablamos, de empresarios y empresarias valientes.

Si algo hay que destacar de este escenario de crisis económica, es que se han sabido adaptar a la nueva situación, muchas de ellas, diseñando nuevos productos necesarios para mitigar la pandemia e impulsando el teletrabajo, favoreciendo la conciliación, aprovechando las nuevas tecnologías como un elemento diferenciador y de competitividad.

Pero no hay transformación digital sin personas y eso lo han entendido siempre los líderes de las pymes, por este motivo, han humanizado las empresas, potenciando la creatividad y promocionando el talento a través de la formación.

Al igual que en los años noventa, las pymes entendieron que la clave para su adaptación fue, por ejemplo, la apuesta por la calidad o la logística, ahora, han de afrontar nuevos retos basados en la sostenibilidad, generando un nuevo valor en la empresa, apostando por la Responsabilidad Social, la Igualdad y lo más importante, poner a las personas en su eje estratégico.

En este mundo cambiante, las pymes, sus directivos, sus empleados y empleadas, van a liderar el camino hacía un futuro incierto, con visión, formación y estrategia.

Para ello, las pymes y Aragón es referente, tienen a su disposición una magnifica herramienta estratégica como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, muchas de ellas son ejemplos en su implantación, porque cada día que abren la puerta de su empresa, ponen en marcha el ODS8, que hace referencia al Trabajo Decente y al Crecimiento Económico.

Emprender no es un oficio, es una pasión y para reconstruir la actual situación económica, es clave la colaboración público-privada y para ello, las pymes y sus directivos, pueden aportar mucho, con su trabajo, experiencia y capacidad de adaptación. Al igual que nos podemos sentir muy orgullosos de la transformación de este país y de Aragón desde el inicio de la democracia, las pymes también han realizado su propia transición hacía el progreso económico y social.

De esta situación económica, las pymes saldrán más reforzadas, aspecto muy importante para nuestro PIB, mantenimiento y generación del empleo en Aragón.