Iniciamos septiembre en un marco de cambio por la transición marcada por la covid-19, de todas las nuevas situaciones, nacen oportunidades de las que hay que afrontar nuevos retos con responsabilidad y sobre todo, con actitud optimista y empatía.

Para ello, quiero centrar este artículo en dos elementos claves: los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, concretamente el ODS4-educación de calidad y la formación, a través del aprendizaje permanente, porque nuestrofuturo depende de la educación de calidad.

La formación en todos los ámbitos es fundamental y básica para crear ciudadanos y ciudadanas con criterios, pero en el espacio empresarial y en las administraciones públicas, en estos momentos, es un elemento diferenciador para adaptarnos a los cambios que requiere la nueva economía, más sostenible y digital.

Tenemos por delante una etapa de importantes cambios, para ello, es clave que los líderes con mentalidad «sostenible», impulsen en las organizaciones tanto públicas como privadas planes de formación, que se impartan durante toda la vida profesional, eso tiene dos grandes objetivos: generar valor y retener el talento. Con esta estrategia de aprendizaje continuo, se consiguen grandes oportunidades, que, a través de nuevas experiencias formativas, se pueden adquirir innovadoras competencias.

Dos de las metas que promueve el ODS4-educación de calidad, son el aumento de competencias para acceder al empleo y fomentar la educación global para conseguir el Desarrollo Sostenible. Ambos aspectos, son compatibles en el ámbito empresarial, tanto a nivel de grandes corporaciones, como pequeñas y medianas empresas familiares y autónomos, porque para poder superar esta crisis, hay que tener visión a largo plazo y para ello, es necesario implantar en las organizaciones la estrategia de los objetivos 2030.

Liderazgos inteligentes son aquellos que saben implantar estas herramientas hacía el desarrollo sostenible, contando con las personas y lo más importante, impulsar un clima de entendimiento, que hoy en día, es lo que reclama la sociedad a todos los líderes, tanto políticos, empresariales, sindicales y sociales, para ello, nuestra comunidad autónoma es un modelo de dialogo social.

Con el pleno convencimiento de saber hacerlo bien, con visión de futuro y sentido de la responsabilidad, todos saldremos más fortalecidos de esta pandemia, que sin duda superaremos, pero lo más importante, es no dejar a nadie atrás, siendo la educación y la formación continuada, un valor importantísimo en la sociedad del siglo XXI.