Opinión | Inteligencia emocional

Estupideces

Hay tantas formas de fastidiar un país, como individuos que lo habitan. Pero, las probabilidades de que el daño sea irreversible es directamente proporcional al grado de subdesarrollo mental que tengan sus dirigentes. En nuestra pequeña-gran España, el CI político está muy por encima de la media, eso es un hecho, lo pueden comprobar ustedes en la gestión del día a día, con resultados garantizados en todos los aspectos de nuestra poliédrica y coronavírica sociedad. Entre los unos y los otros, la casa sin barrer, el bicho acampando a sus anchas, ocultándose tras las mascarillas, y las cuentas sin concretarse. El país varado. Crisis sanitaria cuya gestión es digna de estudio en los manuales de historia; crisis económica cuyas dimensiones la hacen cada vez menos resoluble; y lo peor, crisis e incapacidad política para gestionar unos presupuestos «como Dios manda», que solía decir un expresidente de esta España caduca. En fin, otros vendrán que bueno te harán.

Y es que, resulta cuando menos chirriante querer pactar unos presupuestos generales, un proyecto de país, con individuos-partidos (nacionalistas e independentistas) que no creen que España deba continuar. ¿Acaso no es contradictorio? Todavía no se conoce ninguna cifra, no se sabe ni el techo de gasto ni la previsión de ingresos, pero, como bien apunta otro expresidente español, González, es más que inquietante, el hecho de que se esté debatiendo «quién está dispuesto a pactar» y no sobre «el techo de gasto o las previsiones económicas». Ave, González, comparto con vos ese sentimiento de «no sentirse representado por la clase política española», que tantas y tantas estupideces es capaz de cometer.

Tracking Pixel Contents