En lo que llevamos de año la ciudad ha vivido situaciones impensables en la mente colectiva de sus habitantes, dolor y pérdida de seres queridos, confinamiento, graves consecuencias económicas y pocas alegrías.

No solo se han suspendido las fiestas de barrios, también su fiesta mayor, los Pilares que no solo son una tradición religiosa, son una reafirmación identitaria y lúdica colectiva, que desde las últimas décadas también han supuesto una gran demostración de organización, participación popular y de sinergias económicas para la hostelería y también para la cultura y la «marca de ciudad». En esta difícil situación debemos trabajar para la ciudad y sus habitantes dando solución a los problemas del día a día, pero también para su futura recuperación social y económica.

El acuerdo por el futuro de la ciudad de junio supuso con sus 286 medidas, un esfuerzo de muchas fuerzas políticas, sociales y económicas para sentar las bases de esa recuperación, pero a veces da la sensación que desde el equipo de gobierno municipal se trabaja con un discurso victimista, obviando la colaboración con las otras organizaciones suscribientes del acuerdo y de manera más propagandista que efectiva.

La sociedad zaragozana necesita urgentemente una vacuna de optimismo para el futuro cercano, evidentemente lo primero es luchar contra la pandemia con todos los esfuerzos y medidas necesarias, con el bien común y el interés general por encima de gremialismos y de intereses espurios que ven en esta terrible situación una oportunidad.

El pasado día 1 se celebró, con más pena que gloria, el Día internacional de los mayores y la FABZ lanzó el mensaje de un futuro entre generaciones, con el que queríamos llamar a los vecinos y vecinas a la solidaridad con las generaciones precedentes.

Hoy más que nunca hay que recordar que no estamos para fiestas, ni públicas ni privadas, pero también hay que dar un mensaje de ánimo y esperanza, esto pasará, y nuestra querida ciudad volverá a celebrar sus fiestas, esperando que más cohesionada socialmente, sostenible, participativa y alegre.