Opinión | Desde Tolva
SERGIO Ruiz-Antorán
La casita de tus sueños
Cuando aterrizas en el mundo rural te adentras en una oferta inhóspita, escasa si quieres alquilar
Una casita con jardín y un huerto. Debajo de una colina con un robledal desde el que se escucha el tirititrantrantán de los pajaritos flamencuelos. La chimenea de piedra para acurrucarse en la nevada, los colchones de paja y la alacena repleta de delicias de la matanza.
En los sueños del urbanita salvapatrias de la España vaciada imagina un hogar cuqui. Nadie percibe el olor a purín de la granja pegada a la urbanización o el gasto kilométrico de calefacción en un edificio viejo de doscientas habitaciones.
La vivienda es uno de los agujeros negros de la repoblación. Esto no es la ciudad. Los minipisos no han sido la tradición. Grandes bloques envejecidos para que se instale la Kelly Family a hacer el baile de la patata, con bodega, tres o cuatro plantas como un cuartel, porque allí vivían todos los primos, la abuela y el periquito. En muchos casos abandonada desde hace tiempo. O construcción nueva pensada para otros recursos. ¡Compra, compra!
Porque cuando aterrizas en el mundo rural te adentras en una oferta inhóspita, escasa si quieres alquilar como en Tetuán, San Andreu o Arrabal, dirigida al funcionario anual que es el valor seguro. Viene, paga y se va. Baratito, sí, según de turística sea la zona. Ellos son la prioridad y suben la mandanga. La casona del abuelo se reformó para su disfrute en puentes y verano a precio de hotelito. Tu pueblo es una postal. Por lo que al propietario le viene mejor ganarse las perras con ellos que aventurarse a tener un inquilino que ensucie o rompa el inodoro. Más riesgo, menos pasta. Mal negocio. Repito, la otra opción es comprar. Déjate los ahorros, hipotécate, miserable neorrural. ¿Para qué has venido? Ya venderás luego. O no.
Esta semana doce pueblos de Huesca han entrado en un plan provincial que impulsa la creación de alquileres municipales. Las bolsas de vivienda también están al alza. Los gobiernos chicos se han dado cuenta del problema y están actuando. Sin embargo, el número de viviendas vacías es tremendo, por herencias no solucionadas, porque están cerradas dado que el inquilino va poco o nada, por lo que fuese. Que la Administración regule, desatasque esa oferta oculta y atienda una necesidad social es obligado para promover el éxodo, para eso están, más ahora que presupone una Ley del Alquiler que veremos cómo acopla a la periferia campestre. Pero se precisa el traspaso mental de los propietarios privados, cuyo lucro es lícito, por supuesto, pero vire en la preocupación por dar latido a su querido pueblo con gente que si quiere instalarse, trabajar y luchar por ese territorio.
- La banda zaragozana más prometedora de los 80 vuelve a los escenarios 40 años después
- Los mutualistas ante la incertidumbre de Muface: 'Me iría a la pública si no fuera por las listas de espera
- El gigante chino TDG instalará en Zaragoza su base de operaciones en Europa
- El PSOE pide a Azcón que prescinda de Bancalero 'de inmediato' porque la sanidad 'se desmorona
- La recuperación de récord de Juan Sebastián
- El Ayuntamiento de Zaragoza no permitirá las actuaciones musicales de artistas callejeros en la calle Alfonso
- El valle escondido de Aragón que ha enamorado a los senderistas: fue un curioso refugio de pastores
- Resucita el plan para construir viviendas en el antiguo edificio del Café Madrid