Se veía venir. Los pronósticos no eran optimistas. Seguimos siendo esos seres del planeta que tropiezan dos veces en la misma piedra y esperen. Los sanitarios y profesionales de la Sanidad nos lo iban diciendo, nos lo iban advirtiendo y nosotros mismos, una gran mayoría, lo veíamos venir. Sin embargo seguimos pensando que somos invencibles, inmunes y hasta invencibles, por eso mucha gente poco o nada de caso han hecho ante la alarma y el preaviso de una tercera ola que se veía venir o de una cuarta ola que puede también llegar.

Y más de lo mismo. No aprendimos durante el conocimiento diario de esta pandemia allá por el mes de marzo de 2020 y ahora otra vez se nos ha echado otra vez encima la nueva ola con más contagios, nuevas cepas más peligrosas según dicen y de extensión rápida, mutaciones del virus y más restricciones y medidas hacia atrás.

Esta es la realidad, querámosla o no ver. Y la que se nos viene encima. Se puede achacar a un cúmulo de circunstancias, a falta de previsión, a problemas con la logística y la falta de vacunas en plazo y a tiempo, a intereses de las farmaceúticas, a la inutilidad de nuestros políticos y su poca preocupación por la salud de sus ciudadanos y por el virus que poco a poco va ganando la batalla otra vez.

Más ingresos en ucis, más fallecidos en toda Europa, más estrés para nuestros sanitarios y falta de medios, la velocidad del virus es alarmante, el efecto de la Navidad y sus fechas señaladas con allegado y todo va a ser problemático si no catastrófico y muchos aun se lo toman a broma o como si no fuera con ellos: fiestas ilegales, encuentros rave, cierres perimetrales poco controlados, personas negacionistas de la pandemia,…

O sea, más de lo mismo o peor. Este año 202, este nuevo año del cual decíamos, al finalizar el anterior, que por poco que fuera sería mucho mejor que el pasado y quizás el año de la ilusión y la esperanza para esta sociedad se puede quedar en eso, en palabras huecas y no en sentimientos reales.

Quizás estemos ante un nuevo mundo, un mundo cambiante, un mundo de otra realidad no conocida, de otra forma de socialización, quizás de socialización tecnológica y a distancia. Y el futuro está por llegar, por eso hay que estar asustados y concienciados de que la pandemia la ganamos entre todos, de que no es una broma de paso, que es una cruda realidad en la que todos debemos poner nuestro granito de arena y de responsabilidad. La crisis sanitaria, humana y económica ya están aquí.

Esperemos sepamos estar a la altura todo.