En primer lugar, desearles un feliz 2021. Durante todos estos años de democracia, hemos vivido un desarrollo importante de las ciudades y de los municipios de nuestro país. En una primera etapa, entre finales de los setenta y principios de los ochenta se dotaron a las ciudades con equipamientos básicos, como redes de agua, saneamiento, alumbrado, servicios de telefonía, zonas verdes, centros culturales, bibliotecas y nuevos centros educativos.

En primer lugar, desearles un feliz 2021. Durante todos estos años de democracia, hemos vivido un desarrollo importante de las ciudades y de los municipios de nuestro país. En una primera etapa, entre finales de los setenta y principios de los ochenta se dotaron a las ciudades con equipamientos básicos, como redes de agua, saneamiento, alumbrado, servicios de telefonía, zonas verdes, centros culturales, bibliotecas y nuevos centros educativos.

Posteriormente, sobre mediados de los ochenta, llegaron más equipamientos, como pabellones deportivos, adecuar las estaciones de autobuses, urbanizar plazas y calles, nuevos equipamientos verdes, en definitiva, una transformación del ámbito local como nunca había sucedido en la historia contemporánea.

En los años noventa, las ciudades afrontaban nuevos retos, como fue la inmigración y su integración, pero también fue clave y eso se puso de manifestó a partir del siglo XXI, el impulso a los derechos sociales y, sobre todo, dar un nuevo giro a la política del bienestar.

En mi etapa como concejal del Ayuntamiento de Fraga (Huesca), recuerdo como esos modelos fueron evolucionando cuando entramos a formar parte de la Red Española de Ciudades Saludables, llevando a cabo un diagnóstico de salud e instalando en la ciudad, diferentes parques para personas mayores.

Ya en mi etapa como alcalde, fue un gran orgullo recibir en Santander, el título de Ciudad Amiga de la Infancia de Unicef. Todo un elemento de participación ciudadana donde a través de la colaboración y la escucha activa del Consejo de la Infancia, se pusieron en marcha nuevos equipamientos y servicios públicos.

Ha llegado el momento en que las ciudades demuestren su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), por eso es toda una oportunidad la adhesión a la Red de Ciudades Sostenibles 2030, a la que muchos municipios e instituciones aragonesas, ya se han adherido.

Las nuevas tendencias que nos aporta la Agenda 2030, deben implantarse como un elemento de participación ciudadana, donde el diálogo y la comunicación, han de ser sus pilares para impulsar acciones estratégicas orientadas a la sostenibilidad, contando siempre con la colaboración público-privada.

La Agenda 2030 Local, debe ser una prioridad estratégica en los ayuntamientos, donde se pueden alinear de manera transversal todos los ODS. Quiero hacer hincapié en el ODS 11 - ciudades y comunidades sostenibles, impulsando estas cinco metas, conseguiremos una transformación en el ámbito local, como asegurar el acceso a las viviendas, una planificación urbanística sostenible, salvaguardar el patrimonio cultural y natural, impulsar nuevas zonas verdes, apoyando los vínculos económicos, sociales y ambientales de carácter positivo.

Hablamos de realidades, de ponernos a trabajar con el máximo consenso posible, porque desde los ayuntamientos, son las administraciones más cercanas a las personas. Estamos en la década de la acción, no perdamos esta oportunidad en beneficio de las ciudades, municipios y pueblos, independientemente de su tamaño.

Sin olvidar nunca los pequeños pueblos aragoneses, ya que son una parte fundamental de nuestro territorio y donde llevan a cabo cada día acciones más sostenibles y verdes gracias al compromiso de sus vecinos y vecinas.