Para casi todo el mundo, Kamala Harris era una perfecta desconocida cuando Joe Biden la presentó como su vicepresidenta, de ahí que se disparara la curiosidad sobre su historia personal. ¿Quién era? ¿Cómo había llegado tan lejos? ¿Cuál es su pensamiento político?

Esas y otras muchas cuestiones se las planteó Dan Morain cuando abordó el proyecto de escribir en tiempo récord la biografía de Kamala Harris. Morain contaba con una ventaja: conocía bien a su biografiada. No en vano había trabajado durante décadas en periódicos californianos, y seguido la trayectoria de la hoy vicepresidenta a partir de su nombramiento como fiscala de San Francisco y sus primeras campañas con el Partido Demócrata.

Kamala es hija de dos emigrantes, de una mujer hindú, Shyamala Gopalan, y de un jamaicano de raza negra, Donald Harris, economista de orientación marxista. Brillantes ambos, lograron doctorarse con un enorme esfuerzo y desarrollar sendas carreras como docentes, destacando además Shyamala en la investigación oncológica. El matrimonio se separaría años después, quedando Kamala y su hermana Maya más unidas a su madre. Kamala estudió Ciencias Políticas y Economía en Howards, Washington, una universidad muy comprometida con la integración de jóvenes afroamericanos, en la que también se había formado, por ejemplo, la Premio Nobel de Literatura Toni Morrison.

Con el título en el bolsillo, Kamala regresó a San Francisco para ejercer su carrera al servicio público. Tuvo una relación con Willie Brown, mítico abogado, luchador contra la segregación y alcalde de San Francisco, y se centró en su trabajo como fiscala, pronunciándose contra la pena de muerte y esforzándose por combatir la droga y los abusos contra mujeres y niños. En el 2010 accedió al puesto de fiscal general de California. Ese año conoció a Barack Obama y le ayudó en su campaña a las presidencialaes. En el 2013 se casó con otro abogado, Doug Emhoff, de ascendencia judía.

Su carrera política tuvo como primer y principal escenario el Senado, en cuyas comparecencias y comisiones pronto comenzó a destacar por su vigor reivindicativo y carisma. Hoy, en el contexto de la pandemia y la lucha entre el supremacismo blanco y el movimiento Black Lives Matter, Kamala Harris, luchadora, valiosa y tenaz, representa una nueva esperanza para Estados Unidos.