Estos días se ha escrito mucho, todo, sobre la renuncia del ya exvicepresidente Iglesias. Pero lo que me ha llamado mucho la atención es la cantidad de artículos que hay diciendo «qué tontico que deja la vicepresidencia para ir más para abajo». Esto me hace pensar lo diferentes que son los valores que tenemos los seres humanos y la incomprensión que esto genera en unos y otros. Iglesias es un tipo que tiene defectos, el ego subido es sin duda uno de ellos, pero es una persona con convicciones, lleva en la política mucho tiempo.

Tiempo de pegar carteles, manifestaciones, colaboración con medios libres etc. y todo ello mucho antes de que se fundara Podemos. Todo ello sin cobrar un euro, aunque sí alguna paliza de militantes de extrema derecha (condenados), que hoy están en Vox. Es una persona que tiene sentido del deber. Hay que reconocer que en política hoy, es raro ver a gente tomando decisiones por convicción, de hecho, recuerdo haber escuchado a políticos de la tierra: esto es lo que habría que hacer. Pero es que igual me quitan de portavoz del grupo. Pero es que igual se acaba mi carrera política. Pero es que, si hay acuerdo electoral de izquierdas, se mueve mi puesto de la lista. Estas despreciables actitudes mezquinas existen, pero lo contrario también existe: concejales del PP o del PSOE en la Euskadi de los 90, o de CHA en Calatayud, brigadistas internacionales aquí en el 36 (o ahora en Rojava).

Iglesias ha visto que la situación en Madrid es dramática, porque puede ser la consolidación del trumpismo en España. Y ha pensado ¿qué está en mi mano para intentar evitarlo? Pues a encabezar Madrid, aunque me quede sin vicepresidencia. A mí este tipo de actitudes basadas en la convicción me resultan fáciles de entender a pesar de que no son muy frecuentes. Por el contrario, la actitud de los de «que no me toquen mi puestecito en la lista» me resulta más difícil de comprender.

Y finalmente no es que me resulte difícil comprender a los tránsfugas de Murcia, es que me resulta difícil diferenciarlos de un excremento de perro.