Esta semana ha visto la luz un informe presentado por las organizaciones Save the children y Esade, conocidas por su ideología social-comunista. En él se afirma que de 28 países, España es el tercero que más segregación presenta en los colegios, solo por detrás de Turquía y Lituania. Y yo añado ¿tendrá algo que ver la enseñanza concertada? Veamos los datos: España es el país de la UE con mas enseñanza concertada (junto con Bélgica). Además, dentro de las comunidades autónomas, la que tiene mas segregación escolar, de acuerdo con el informe, es Madrid. Y, ¡oh sorpresa!, es la región española donde la concertada tiene más peso (60%). Por otro lado, ¿saben cuál es el país que tiene menos segregación? La afamada Finlandia, que tiene al 97% del alumnado en la pública. Parece claro que al menos se puede sospechar una correlación entre presencia de la concertada y nivel de segregación, como revelan multitud de informes y estudios. Y ojo, no toda la concertada segrega, pero buena parte sí lo hace. Esta segregación (mediante el cobro de cuotas ilegales, gastos de comedor enormes, actividades extraescolares prohibitivas y «obligatorias» etc.), está siendo tolerada por las autoridades e incluso fomentada. En un contexto en el que la natalidad está bajando, cada curso se matriculan menos niños en infantil. Este año, en la ciudad de Zaragoza unos 500, lo que vienen a ser unas 23 aulas menos. Si se siguen manteniendo los mismos conciertos, al final se terminarán cerrando aulas públicas. Porque cuando la derecha gobierna no tiene empacho alguno en clausurarlas (acuérdense de la exconsejera Dolores Serrat). Por el contrario, la izquierda (incluso con CHA y con Podemos en el Gobierno) no se atreve a mover un dedo para racionalizar gastos, no renovando los conciertos innecesarios. Al colegio Cristo Rey le estamos pagando 45.000 euros por un aula vacía, y al Virgen de Guadalupe lo mismo por una con 6 alumnos. Nos saldría más barato mandarlos a Harvard. Si se racionalizaran los conciertos, no renovando los que no hacen falta, se ahorraría mucho dinero y con un poco de suerte, España no sería el tercer país que más segrega al alumnado.