La colección Sin Ficción, que viene publicando el sello Alrevés bajo la dirección de Marta Robles, acaba de sorprendernos con una nueva y explosiva entrega, cuyo título parafrasea o juega con las tres pés (putas, periodistas, policías) del periodismo clásico: 'De prisiones, putas y pistola'. Bajo este título figura la firma de su autor, el escritor, colaborador de prensa y exfuncionario del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias, Manuel Avilés. De prisiones, putas y pistolas será presentado esta tarde en la zaragozana Cámara de Comercio por los magistrados Juan Alberto Belloch y Ángel Picazo.

Con un lenguaje tan realista que, en muchos de sus párrafos, puede parecernos descarnado, pero cuajado en todo momento de fuerza y verdad, y de una curiosa mezcla entre la ironía del tono y el dramatismo del tema, Avilés nos invita a visitar las prisiones españolas desde su óptica de servidor público en cárceles como Fontcalent o Nanclares de la Oca, entre otras prisiones donde él mismo desempeñó diversas funciones, incluida la dirección de esos centros.

Gracias a su pluma, basada en la estricta realidad y documentación de los hechos narrados, aunque agilizada con algunas permisibles licencias procedentes de los recursos de la novela, Avilés irá sumergiendo al lector en un texto claustrofóbico y revelador al mismo tiempo, encarcelado en sí mismo pero trágicamente encuadrado en el marco de una sociedad que mantiene privados de libertad a esos miles y miles de reclusos con la esperanza de rehabilitarlos y, de paso, de reformarse a sí misma.

Presos de toda clase y condición desfilan por las páginas de este libro extraordinario: estafadores, asesinos, violadores… y también, por supuesto, terroristas. Entre los cuales, algunos reclusos etarras tendrán un protagonismo clave en el plan diseñado por Instituciones Penitenciaria para dividir a la organización criminal vasca a base de sembrar la discordia y división entre sus miembros. Aquella estrategia funcionó y las protestas y escisiones de los miembros históricos de la banda contra las nuevas direcciones que se irían sucediendo a partir de los años noventa contribuyeron decisivamente a inclinar la balanza hacia el principio del fin de ETA.

Un libro que golpea.