Si todo va bien, en unos meses podremos recuperar el placer de viajar, de conocer lugares y culturas distintos. Uno de los mejores planes, sin lugar a dudas, es callejear, tomar un café en una terraza e ir de compras. Las grandes avenidas ya son, por desgracia, demasiado parecidas en cualquier parte del mundo, pero las calles secundarias con sus comercios, cafeterías, mercados y restaurantes son pura identidad cultural. Son lo que diferencia y atrae. El comercio y la hostelería tradicionales son una potencia turística y cultural de primera magnitud.

Sin embargo, el cambio de hábitos del nuevo consumidor, acelerado por la pandemia, ha llevado a este sector a una crisis incuestionable. Necesita una reconversión porque el consumidor con sus decisiones de compra, nos dice cada día cómo, cuándo y a través de qué canales quiere ojear el producto o comprarlo. El nuevo cliente interactúa indistintamente con canales analógicos y digitales en sus procesos de compra.

Para que nuestro tejido empresarial sea competitivo solo hay una vía, contar con el apoyo de las instituciones y coopetir (cooperar y competir) para implementar un proyecto digital colectivo que actualice el sector y que potencie las inimitables fortalezas analógicas del comercio y la hostelería local.

En Zaragoza tenemos 6.000 comercios y 6.000 establecimientos hosteleros más la red de mercados de abastos y ambulantes, esa fortaleza en distribución no la tienen ni los grandes retailers. 12.000 puntos de venta trabajando de forma coordinada son invencibles.

El proyecto Volveremos.app fue un gran éxito de ventas porque en la mente de los ciudadanos de Zaragoza el comercio local por primera vez se ha interiorizado como una unidad. La campaña-ciudad lanzada en el BlackFriday desvió decisiones de compra de forma masiva al comercio local.

Para lanzar el nuevo plan de comercio, desde el ayuntamiento, hemos analizado los factores relevantes del éxito en el sector del retail, tanto analógico, como digital. Tras analizar el modelo comercial que está teniendo éxito en la actualidad, se pueden identificar dos formatos de referencia: centros comerciales y plataformas digitales.

Una de las maneras en las que el comercio urbano puede competir con las grandes superficies comerciales es ofrecer en nuestras calles una experiencia de compra similar a la de estos centros: buen mix de comercio y hostelería, identidad, caracterización, seguridad, comodidad y dar una capa de digitalización que complete la experiencia del cliente.

Tras el análisis

del tejido comercial de Zaragoza, se han identificado diversas zonas comerciales que podrían trabajar unidas como centros comerciales abiertos. Presentan una escena urbana agradable con concentración de comercio y hostelería, se encuentran en una posición céntrica (en el conjunto de la ciudad o en su barrio correspondiente) y bien conectadas, mediante transporte público y peatonalmente.

Zaragoza es una gran galería de galerías comerciales, cuenta con más de 10 áreas comerciales en distintos distritos, unas están ya consolidadas, otras en progreso y otras incipientes. Trabajar en reforzar su identidad, sus ventajas competitivas, interconectarlas y lograr que analógica y digitalmente se comporten como una unidad, es el objetivo.

Es un plan

ambicioso para los próximos 6 u 8 años que va a situar a Zaragoza como un referente en Smart City, vamos a digitalizar y sensorizar los comercios y el espacio urbano, a captar datos y a volcarlos en un único cuadro de mando como si fuera un gran centro comercial. También se intervendrá urbanísticamente en las calles para que respiren identidad.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza vamos a luchar por implementar el nuevo Plan Local de Comercio con ambición y recursos, es una gran proyecto de ciudad que reforzará nuestro tejido empresarial local, nos posicionará como imán de turismo de compras y nos hará disfrutar más de nuestras calles a los que vivimos aquí. Podemos morir en el intento, pero no morir sin intentarlo.