El presidente aragonés, Javier Lambán, y el consejero de Cultura, Felipe Faci, han presentado las tres exposiciones con que próximamente se celebrará el centenario del gran pintor aragonés Francisco Pradilla.

El Museo de Zaragoza se centrará en la que fue una de sus obsesiones: la figura de la reina Juana la Loca. En ella, en su personaje excesivo y en su amargo destino debió Pradilla ver reunidos muchos de los elementos pictóricos y dramáticos, documentales y emocionales que caracterizarían sus extraordinarias composiciones de ambientación histórica: poder, ritual, amor, demencia… El genio de Villanueva de Gállego profundizó tanto en el inquietante sino de Juana, la pintó en tantas ocasiones que seguramente llegaría a estar muy cerca de ella, a esa mínima distancia en la que tan solo un pintor puede llegar a encontrarse de su modelo, aunque ya no viva, aunque ya no exista salvo en su imaginación...

Las obsesiones de los pintores son a veces muy inspiradoras para otros artistas.

El escritor francés Michel Bussi, por ejemplo, parece haberse inspirado en la obsesión de Claude Monet por las flores de agua y los jardines acuáticos para escribir Nenúfares negros, un noir que ha triunfado en Francia y que Harper Collins acaba de traducir al castellano, para regalo de los lectores españoles.

Se trata de una novela realmente magnífica, magistralmente armada, con una trama sutil y, al mismo tiempo, muy compleja. Está ambientada en Giverny, pueblo de Normandía donde Monet llevó a cabo su sueño de pintar del natural, una estación y otra, un año y otro, sus nenúfares y jardines japoneses. Para ello, el maestro impresionista necesitó hacer obras en lo que iba a ser el estanque, y represar y desviar el agua del manantial que abastecía al pueblo, lo que le originó innumerables molestias y enconamientos vecinales, tanto que tuvo que escribir al mismísimo Clemenceau… O tantos enfrentamientos, también, como a los que el inspector Sèrènac, el policía francés creado por Michel Bussi, deberá enfrentarse para solucionar un enigmático crimen, cometido en mayo del 2010, precisamente en el arroyo de Giverny, cerca de la casa y de la tumba de Monet y relacionado tal vez con sus hermosos y obsesionantes nenúfares…

Y es que el arte es todo, menos inocente…