La búsqueda del unicornio pareció tener fin con la canción de Silvio Rodríguez, pero no era más que otro espejismo: Mi unicornio azul/Ayer se me perdió/Pastando lo dejé y desapareció/Cualquier información bien la voy a pagar/Las flores que dejó no me han querido hablar. Ahora, Viggo Mortensen ha creído volver a encontrarlo. ¿Dónde, por favor? ¡Ah, ha sido en el libro Animales invisibles! Un bello volumen de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga que me apresuro a consultar por si es verdad que ellos han encontrado el legendario unicornio.

En sus páginas, además de con la historia del mágico caballo y su terapéutico cuerno, me encuentro con toda una galería de especies mitológicas (sirenas) y ejemplares extinguidos (megaterio) o en vías de extinción (ballena blanca), muchos de ellos a medio camino entre la realidad y la ficción, la leyenda y la ciencia.

Caso de El solitario Jorge, por ejemplo, la tortuga gigante de las Islas Galápagos que no pudo reproducirse y fue embalsamada en 2012 como símbolo nacional. O del pájaro Dodo, natural de las islas del Índico, donde acabó extinguiéndose por la presión de las tripulaciones de barcos occidentales que comenzaron a arribar sistemáticamente en el siglo XIX., y que apreciaban mucho su carne.

Otros animales fabulosos, como el leopardo de las nieves o su vecino el yeti siguen siendo objeto de búsquedas porque los testimonios de avistamientos se van renovando y siempre hay un nuevo explorador o aventurero que se arriesga a comprobar su veracidad, como históricamente se buscaron en junglas, desiertos y corrientes el okapi, el ornitorrinco o la gacela de Yemen, o se descubrieron en la helada Siberia los restos del mamut.

Animales invisibles, exquisitamente ilustrado por Joana Santamans, nos sumerge asimismo en los océanos en busca de tiburones y calamares gigantes, así como de los monstruos marinos que se extinguieron en los mares pleistocénicos.

Ya en tierra, rastrearemos los últimos refugios de pumas, lobos, del tigre coreano, de los elefantes, jirafas y gorilas africanos, más otros muchos animales en riesgo de desaparición.

Invitándonos, con un puro mensaje naturalista y ecologista, a conocer y conservar esas especies amenazadas, haciéndolas visibles a nuestros ojos.