La recuperación de la serie de Perry Mason por la editorial Espasa se puede considerar una excelente noticia para los aficionados a la novela negra. Ciertamente, la saga construida por Erle Stanley Gardner en torno a la figura de un abogado criminalista metido a detective merece, además de haber pasado a la historia del género, como ya, sin duda, ha hecho, volver a ser disfrutada en la actualidad por jóvenes lectores a través de nuevas traducciones como la que acaba de presentarse, firmada por Albert Fuentes, de 'El caso del anzuelo con cebo'. En esta trama de intriga y acción, una de las más complejas de toda la serie, Perry Mason deberá resolver un caso extraordinariamente intrincado que tiene mucho que ver con el mundo de las finanzas. Asombra realmente comprobar cómo ya en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo menudeaban en Estados Unidos las estafas de guante blanco y una enorme variedad de delitos relacionados con la actividad bancaria, la bolsa y los seguros, por citar tan solo algunos pilares del capitalismo.

Mason, sin ser comunista, sin considerarse ni siquiera un justiciero, sino tan solo un abogado que se tuvo por honesto mientras ejerció y que, una vez abierta su agencia de investigación, pretendió seguir manifestando esa misma integridad a sus clientes, combate tales prácticas, denunciándolas a la luz de tortuosos episodios en los cuales trabajará en paralelo con la policía y con los fiscales y jueces, sin ahorrarles elogios ni críticas.

En 'El caso de un anzuelo con cebo', la honestidad, la honorabilidad, la palabra dada serán cuestionadas, invertidas, tergiversadas, manipuladas, por ese fondo ambiguo, amoral, de la naturaleza humana que parece arrastrarla a la planificación y ejecución de diversos delitos, desde la adopción irregular de un recién nacido al asesinato de un adulto.

Imperturbable, sereno, tan activo como la vertiginosa acción del argumento le exige estarlo, Mason investiga hasta el final, derribando una mentira, una barrera tras otra, hasta despejar de falsos testimonios la verdad de los hechos ocurridos y enfrentarse a sus agentes y causas.

La saga de Perry Mason sigue dándonos una lección de cómo la mejor novela negra puede, además de revelarse seria en sus temas de fondo, entretener el ocio del lector con fabulosas historias con base real.