La economía aragonesa vive últimamente importantes empujones cada veinte años. Y bien se puede decir que esas inversiones que aparecen en la comunidad sirven para sentar las bases de la economía de Aragón en, por lo menos, cuatro o cinco décadas. La gran mentalidad empresarial que hay en nuestro territorio, el buen hacer de la burocracia del momento y la paz social que siempre ha reinado han sido un plus frente a la buena ubicación geoestratégica de la ciudad de Zaragoza no solo dentro de España sino en el conjunto de la Europa del sur. De esta manera, la comunidad y buena parte del mundo exterior ha asistido extrañada a las decisiones de unos grandes de la economía mundial que pasaban por Aragón.

General Motors, Inditexy ahora Amazon

Todavía se recuerda la cantidad de reportajes que los medios de comunicación de todo el mundo hicieron el siglo pasado, al inicio de la década de los 80, cuando la compañía automovilística norteamericana General Motors decidió levantar una planta de ensamblaje de coches en Figueruelas, un pueblo agrario de Zaragoza. Las caballerías y los tractores contrastaban con los modelos de la firma de Detroit que inauguró en 1982 y que se fue convirtiendo en el motor económico de Aragón, y sigue siendo una pieza capital. Todo el corredor del Jalón se transformó en un gran polígono de empresas auxiliares del automóvil, expandiéndose a otras zonas de la comunidad, siendo en la actualidad unas industrias de primer nivel, con alto empleo, incluso cualificado, y representando el sector en torno al 4,7% del PIB de Aragón, con la proporción creciendo en los últimos años. La automoción ha servido para tener los mayores datos de exportación del país, sentar las bases económicas de todo el final del siglo pasado, y continuar esa expansión en nuestros días.

La apuesta logística de Aragón vino en 2003 de la mano del mayor centro de distribución de prendas de la empresa Inditex. Se instaló en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) y abrió las puertas a un nuevo negocio en Aragón. Además de arrancar la mayor plataforma de Europa y ser imán de numerosas empresas, ha movido y ha hecho grande una infraestructura como es el aeropuerto de Zaragoza. El 90% de la carga de la terminal zaragozana es de Inditex, pero el potencial le ha llevado a ser el segundo más importante de España por detrás de Madrid-Barajas y por delante de Barcelona-El Prat. Casi veinte años después, el acierto y el éxito de Inditex siguen intactos, y esta alineación a la logística ha supuesto la atracción de otras muchas empresas a Aragón.

Ahora, se anuncian para el año 2022 unas grandes inversiones de otro gigante norteamericano, Amazon, dedicado al comercio electrónico, y cuya apuesta decidida por Plaza supondrá el despegue definitivo de la plataforma logística, que ya cuenta con 500 empresas y más de 20.000 empleos. Pero a estos dos centros logísticos hay que sumar los 2.500 millones de inversión en los centro de datos de la región cloud en Huesca, Villanueva de Gállego y El Burgo de Ebro, actualmente todos en construcción, y que devuelve a la actualidad mundial a Aragón a través de otros pequeños pueblos. Solo con estos centros de datos de Amazon Web Services, la inversión contribuirá al PIB de España con unos 1.800 millones de euros en diez años, de los que unos 500 serían captados por la economía aragonesa. Toda una inversión que vuelve a sentar las bases económicas de la comunidad durante otros 30 o 40 años, por lo menos. Porque Amazon atrae a otras empresas que se asentarán al calor informático del gigante estadounidense. La mentalidad empresarial de Amazon es el sentido hacia el que va el mundo, y Aragón está claramente alineado en esa dirección. Nuestro territorio, como cruce de caminos empresariales entre España, Francia y Portugal, con acceso a África, pero también equidistante de cuatro centros españoles de relevancia: Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, sabe jugar estas bazas y se están viendo desde la parte final del siglo XX. Ahora, además, cuenta el gran espacio que hay en Aragón porque existen diferentes proveedores de internet, de comunicaciones, de energía... todo está en juego.

Como ocurrió con la Opel (hoy Stellantis) o con Inditex, Amazon va a agitar (o lo está haciendo ya) en positivo la economía regional. Y si a esta inversión capital se le suman todas las que ya están ejecutándose en el territorio con la agroindustria a la cabeza, pero también con otras como la industria sanitaria, el futuro económico para los próximos 50 años no debe ser negativo. Todos debemos felicitarnos por el esfuerzo que se ha hecho en conseguir semejantes inversiones o atractivos económicos porque los disfrutaremos todos. Igual que cuando una multinacional decide marcharse del territorio se dice que la decisión es libre, también lo es que firmas como Amazon se fijen en nosotros. Es verdad que el gigante tiene un total de 26 instalaciones en España y actualmente tiene siete en construcción, al margen de los centros de Aragón, pero que la apuesta sea tan decidida por nuestro territorio es señal de que un nuevo impulso al PIB nos ha llegado para los próximos 50 años. Habrá que ver qué sorpresa hay dentro de 20. H