Perdonen el atrevimiento, pero hoy toca venderles mandanga de la buena. Que son fechas de coger el camping gas, la sombrilla, la suegra, el crío, el caniche y tirar millas a Salou o el Pirineo. Vacaciones con mascarilla regulada. Diversifiquen, por favor, diversifiquen. Que hay más mundo que la playa y el pico.

Déjenme invitarles a Tolva y alrededores. Huesca, Barbastro y arriba a la derecha. Paren primero en Benabarre que luego se me enfadan. Chocolatito, queso, cervecita, el castillo a lo alto, san Medardo abajo y si son curiosos no se pierdan la ermita de Las Ventosas, un San Juan de la Peña minimalista.

Vamos a lo importante. Tolva. Madalenas, románico en la iglesia, el Cremalls y la piscina para comer después de intentar pasar, si tienen costillas, por la Escletxeta. Luego fresquita pateada por el Congost con vistas hacia la Reconquista y silbidito de pajaritos. Suban a Mellera por los campos recién cosechados de Sagarras y bajen a Luzás con su torre pentagonal y sus vistas flipantes del Pirineo. No será raro cruzarse con alguna guineu.

Viacamp es Montrebei, las pasarelas en Montfalcó, el kayak y el centro de interpretación de las torres vigías. En Montañana se meterán en plena Edad Media. El reino de la piedra. Quieren calma, pues a Cajigar y Monesma campestre y espiritual. Si tiran al sur no se olviden de Estupiñá, sus Deds o muralla china para los modernos y la presa de Canelles.

Al norte alcancen Arén y saluden a sus dinosaurios, sus huellas suspendidas en el tiempo y su museo. Y una vuelteta por el pueblo ni tan mal. Poco después llegan a Sopeira, su monasterio y su paredón. Boca abierta. Los robledales que esconden dólmenes y jipis en Cornudella. Si trepan hasta el Coll de Vent en la Sierra de Sis pueden creerse que están en el viejo Oeste. El Monumental Valley ribagorzano. Las paredes escaladoras de Betesa y más ermitas para regalar. La de Buira es must.

Nos adentramos en el Pirineo. Desde Montanuy suban a Llauset y sus miles de ibones, al Vallibierna o por Castanesa y sus rebaños pastando. En Laspaúles piérdanse en familia por el parque de las bruixas bailando al mágico Turbón. Suban al puerto de Bonansa, bosque y mirador, para caer por el Isábena: Obarra, Roda y la catedral.

Pero sobre todo paren y hablen con sus gentes. Piérdanse por este Aragón olvidado a su espalda. Aprendan a valorarlo y quererlo, a entender que charran catalán porque también es parte de nuestra cultura, de la cultura aragonesa. Que idioma no es frontera. Que idioma es entendimiento si uno quiere escuchar. Vengan y disfruten. Y cuéntenlo como yo lo hago.