Hoy quiero hablarles de un tema poco veraniego, pero la vida no es solo jolgorio, ya saben. Tengo un amigo autónomo. Para los que no son autónomos, les diré que este colectivo tiene que pagar el IVA de las facturas generadas cada tres meses: el día 20 de enero, abril, julio y octubre. Hayan o no hayan cobrado dichas facturas. Hay mecanismos para no pagar si no has cobrado, pero son farragosos y el autónomo de a pie suele resignarse y pagar por adelantado al Estado por un dinero que ni siquiera ha ingresado.

El caso es que mi amigo, al que Gobierno de Aragón debe dinero de varios trabajos, contactó con sendos departamentos para preguntar si le iban a pagar las facturas que había emitido hace casi tres meses antes de tener que pagar el iva (este martes pasado, les recuerdo). Y curiosamente, en los dos departamentos, dos funcionarios distintos le contestaron: la factura está en intervención (o tramitándose, o en otro lugar ignoto) pero bueno, el gobierno de Aragón, aunque paga tarde, paga siempre. Así, con condescendencia.

Que levanten la mano los autónomos que se han tenido que oír lo mismo. Como si cobrar un trabajo realizado a satisfacción y entregado fuera un privilegio que hubiera que agradecer. Lo he buscado y en el portal de Transparencia dice que el periodo medio de pago del Gobierno de Aragón en mayo fue de 28 días. Se lo cuento a mi amigo y se carcajea. Y miren: duele no cobrar por tu trabajo. Pero lo que más duele es que una persona que cobra su sueldo cada 30 del mes te de una palmadita en la cabeza y te diga: Tranquilo, que el gobierno paga. Esa suerte que tiene el autónomo, oye. Que el Gobierno de Aragón le paga. Cuando le sale de las narices, pero le paga.