Uno de los lugares más hermosos del Matarraña es, sin duda, Fuentespalda. Tiene uno claramente, al pisar sus calles y sus plazas, al admirar sus iglesias y palacios, la nítida sensación de haber entrado a un mundo antiguo que, sin embargo, sigue plenamente vivo. Como si la historia, en vez de permanecer agazapada, clasificada en todos esos libros y manuales, flotase con transparencia en el limpio aire de esta población tan rica en su pasado como esperanzada en su porvenir.

Precisamente esa sensación de antigüedad y magia la experimentará con seguridad la poeta Raquel Lanseros cuando este sábado por la tarde ofrezca su esperado recital en el cementerio medieval de Fuentespalda.

Un lugar, con sus viejísimas cruces de piedra brotando del musgo y la tierra como preguntas al cielo, que estremece por su belleza y simbolismo, y que sin duda inspirará una de sus mejores actuaciones. También el escritor Fernando Marías actuará —lo hará teatralmente—, en Fuentespalda, poniendo en escena el próximo domingo su extraordinario monólogo Esta noche moriré.

Muy inspirada ha sido igualmente la selección de poemas, ilustrados por Raquel Lagartos, que la propia Raquel Lanseros y Fernando Marías acaban de editar con Anaya bajo el título Dicen que no hablan las plantas.

De Gustavo Adolfo Bécquer a Leopoldo Lugones, de Rubén Darío a César Vallejo esta inmortal selección de bellísimos poemas nos habla de la naturaleza y del alma, de los paisajes y del espíritu, de las cuatro estaciones, el amor y el olvido…

¿Olvido? Seguro que ni Fernando Marías ni Raquel Lanseros olvidarán fácilmente las bellezas del Matarraña, ni las sorpresas que les han preparado en Torre del Marqués, una antigua masía del siglo XVIII restaurada en hotel que maravilla por su integración en el misterioso paisaje donde se enclava y por su nobilísimo alzado; así como la recepción que les preparan en el espacio cultural Ilercavònia, donde sigue ejerciendo de maestro de ceremonias el librero Octavio Serret, uno de los principales dinamizadores culturales de la provincia de Teruel y persona muy querida en Valderrobres, donde ha venido realizando una tan impagable como generosa y valiosa labor con autores, editores y libreros.

Poesía y teatro en Fuentespalda: ¿habrá llegado el verano?