A diferencia del año pasado, este agosto sí ha habido verano, lo cual es una feliz noticia en el mes de las no noticias, y cuando las hay suelen ser, como lo que nos llega de Afganistán, atroces. Antes el verano se inauguraba con el posado de Ana Obregón, y en Aragón se inaugurará el curso cuando vuelvan las fotos simpaticotas del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y las reuniones del presidente de Aragón, Javier Lambán, con empresarios y agentes sociales para presumir de los consensos. A ambos les espera un otoño intenso en lo ejecutivo y en lo orgánico, cruzando los dedos para que no haya otra ola y para que sus partidos cierren sus congresos sin más heridas de las necesarias.

Vuelven las vacaciones y políticos en zapatillas censuran al presidente del Gobierno que esté en zapatillas. Políticos de vacaciones censuran que el presidente del Gobierno esté de vacaciones. Es la pereza intelectual de la oposición y la pereza propagandística del Gobierno, cosas de hacer política por y para Tuiter. Mientras, incorporamos el hub a nuestro idioma como en su día incorporamos el clúster. Parece que un clúster del porcino es mucho más sofisticado con un anglicismo, y lo mismo ocurre si es un hub en Torrejón y no un intercambiador el que organiza la ayuda a los refugiados afganos mientras nos sacudimos a patadas a los menores marroquíes en Ceuta. ¿Algún anglicismo para esto?

Es como lo de las no fiestas, una palabrota que se me clava como una lanza en el costado. ¿Llamaremos no sexo a la abstinencia sexual o no inteligencia a la estupidez? Hay no fiestas pero la gente se reúne en las peñas, torea Morante en Calatayud y este fin de semana hubo conciertos de Café Quijano en Zuera, mi querida Aurora Beltrán en Binéfar o Arnau Griso en Barbastro. Y vendrán más. Y me alegro porque los necesitamos y nos necesitan. Entonces, ¿qué son exactamente las no fiestas? ¿El fin de las procesiones y las carreras de sacos? Aunque quizá a estos conciertos sentados, sin barra, con mascarilla y sin poder abrazarnos también les acabemos llamando los no conciertos.