Empezamos el curso y Afganistán está en el foco de la actualidad. Es un tema complicado, pero para entender en parte de dónde viene el problema, es muy recomendable ver la película Rambo III. No es que sea una joya del cine, pero llama la atención que define a los talibanes como luchadores por la libertad. Y el héroe Rambo acude en su ayuda contra los malvados soviéticos. La película es de 1988.

Más allá de películas que glorifican a los integristas, es un hecho incontestable que EEUU. financió y armó a los talibanes, siguiendo la lógica «el enemigo de mi enemigo es mi amigo».

El problema de invocar al diablo, es que una vez que aparece en este mundo, lo mismo mata soldados del ejército rojo que derriba las Torres Gemelas. Es lo que tiene el diablo.

Más allá de cuál es el origen del problema, habrá que ver qué se hace ahora con ello y la verdad tiene muy difícil solución por varias razones. La primera es que los afganos no se oponen por regla general a los talibanes.

De hecho, con la retirada de los americanos, han conquistado el país en cuestión de dos semanas, rendición tras rendición y casi sin pegar tiros. Las comparaciones suelen ser odiosas, pero fíjense en los kurdos en Siria con el ISIS, allí no se rindieron y el ISIS fue derrotado. La segunda tiene que ver con el buenismo occidental, en particular europeo. No tiene problema en decir que hay que acoger a las mujeres afganas ¿A todas? ¿A los 20 millones? ¿Solo afganas? Lo digo porque en Arabia Saudí, Sudán y un largo etcétera no es que traten excesivamente bien a las mujeres (y a otros muchos colectivos). Al mismo tiempo se abjura de las intervenciones militares por imperialistas.

Esto nos lleva a que la solución sea ajo, agua y burka para las que se queden (casi todas). Porque me da a mí que convencer a los talibanes de que las mujeres son seres humanos iguales en derechos, a través de un proceso de mediación y dialogo participativo no va a funcionar.

Si estas cosas nos duelen, igual hay que empezar a plantearse que hace falta un ejército europeo, que desgraciadamente no todo es dialogable y que determinadas intolerancias no deben ser aceptadas de manera alguna.