«Un plan de nieve de Aragón que estamos hartos que no se concrete»; estas palabras no son mías, son del alcalde de Jaca que está gobernando con aquellos que llaman depredadores de la nieve a aquellos ayuntamientos que hemos apostado de manera clara y decidida por el turismo de invierno. No es momento desde luego de hacer sangre, de buscar culpables, de echar en cara las inversiones que se han hecho en las estaciones del grupo Aramón con dinero público o en la estación de Canfranc también con dinero público o en la pista de hielo de Jaca con recursos también de las diferentes administraciones. Toca resetear, cambiar el chip. Es el momento de poner encima de la mesa qué hace falta en el Pirineo para que sus vecinos puedan seguir poblando estos valles y la respuesta la tienen que dar no las siglas de quien gobernamos nuestros pueblos y las diferentes administraciones.

Ni mucho menos las tienen que dar los Aramones, Ibernieve, Cetursa o Eivasa. La respuesta la han dado hoy los vecinos del valle del Aragón en Jaca. Y no están solos. Este valle en el que yo vivo esta totalmente sensibilizado con Candanchú y el valle del Aragón. La respuesta, al menos la mía, también estuvo este invierno cuando no se abrió las estaciones del grupo Aramón y Candanchú. Las corporaciones de Panticosa y Sallent fuimos a Zaragoza a pedir la apertura de nuestras estaciones, y ahí si que estuvimos solos, ningún alcalde del Valle de Aragón se molestó por esa puerta cerrada del Pignatelli a representantes de pueblos de montaña.

No era solo la lucha de un valle por sus estaciones. Era la necesidad de demostrar que el Pirineo en su conjunto necesita la nieve para sobrevivir. Es mas peligroso el cambio político que se ha apoltronado en nuestra comunidad, que el cambio climático que se está produciendo, al menos en el corto plazo.

Cultura de la nieve

Urge abrir Candanchú, urge sobre todo cambiar esa mentalidad que se ha instaurado, de proteger a todo frente a sus pobladores. Urge que los partidos propirineo se unan y tengan una voz única y actos únicos para que esa cultura de la nieve, que muchos llevamos en la sangre se restablezca. Y sí, digo propirineo, ¿por qué si no protegemos a la gente que vivimos en él qué quedara por proteger? ¿Las berzas?, la maleza?, ¿los lobos, los osos…? Si protegeremos a esos otros depredadores pero desde la ciudad, pueblos no habrá.

Señores Lambán , Beamonte, Aliaga, Pérez, Morón... siéntense está semana y consensúen un acuerdo que posibilite la apertura de la estación de Candanchú. Pero no se queden en eso, impulsen la nieve en Aragón de verdad, hagan competitiva a nuestra comunidad en cuanto al turismo invernal. No piensen en sus socios de Gobierno, piensen en aquellos que ven peligrar la forma de vida que desde sus cunas vieron cada crudo invierno.

Soy alcalde del PP, la política es temporal, soy sallentino y veo cuestionada una forma de vida que ha mantenido vivas nuestras comarcas.

Lo dicho, emplácense mañana mismo a consensuar la fórmula para abrir Candanchú en el corto plazo, o sea ya, y declaren la nieve de la manera que ustedes consideren, unión , remodelación etc, como plan de interés general para Aragón. Que ese proyecto que nació allá por el año 2000 llamado Aramón con un fin, ser motor de desarrollo de todas las comarcas donde se enclavaban las estaciones de esquí, se traduzca en eso: Unión de comarcas; valles y pueblos unidos por una misma forma de vida y no separados por visiones partidistas y cortoplacistas de aquellos que han gestionado y gobernado las estaciones y las instituciones.

Esta es la mejor noticia que tendrían los aragoneses. Vertebración también con la nieve. ¡Hoy mejor que mañana! .