A pesar de la catarata de información, el conflicto de Afganistán sigue siendo todo un misterio para una mayoría que no acaba de entender quiénes y cuántos son los talibanes, de dónde han salido, en qué creen, qué quieren o cuál es su potencial peligro para las sociedades occidentales.

Comenzando por el principio, es decir, por el origen y la causa de la actual y deplorable situación en Kabul, resulta francamente aleccionador reflexionar sobre una pieza de hemeroteca rescatada por 'Le Monde diplomatique'.

En su último número, este rotativo nos recuerda e invita a releer una entrevista concedida en enero de 1998 a otro medio, 'Nouvel Observateur', por Zbigview Brzezinski, asesor de seguridad del presidente norteamericano Jimmy Carter (al frente de la Casa Blanca entre 1977-81).

Brzezinski afirmaba ya entonces, hace más de dos décadas, que la CIA comenzó a colaborar con los muyahidines con antelación a la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979. Meses antes, concretamente el 3 de julio de 1979, Jimmy Carter firmó una orden presidencial para conceder ayuda clandestina a los opositores al régimen títere que los rusos estaban consiguiendo instalar en Kabul.

Al enviar sus tanques a Afganistán, Moscú utilizó para su invasión la excusa de una «injerencia secreta de Estados Unidos» en la que, en aquel momento, nadie creyó, siendo estrictamente cierta. Aquel día, cuando la URSS lanzó sus unidades de combate contra los refugios de los muyahidines afganos, Zbigview Brzezinski envió una nota a Carter diciéndole: «Ahora tenemos la oportunidad de darle a los rusos su guerra del Vietnam».

A posteriori, la CIA nunca se arrepintió de aquella operación, que hoy siguen considerando sus defensores como un ejemplo de brillante estrategia. Para la agencia norteamericana, haber dado alas al fundamentalismo islámico y asesoramiento a futuros terroristas nunca tuvo la menor importancia en comparación con el «éxito de haber socavado el imperio soviético y acelerado el fin del Telón de Acero».

Aquellos barros trajeron estos lodos. Al mulá Omar, a Bin Laden y a los terribles atentados sufridos por Nueva York, Londres, París…

Cosas de la CIA…